Entrevista: Los distintos escenarios e incertidumbres ante la enfermedad de Trump
Tras el resultado positivo de coronavirus (Covid-19) del presidente de los Estados Unidos Donald Trump, el internacionalista Rogelio Ríos Herrán visualiza distintos escenarios y situaciones que podrían generar incertidumbres en el panorama norteamericano, pero que también podría permear en Latinoamérica.
¿Qué sucedería si el diagnóstico de Trump empeora? ¿habría forma de posponer la elección? ¿el positivo a coronavirus del presidente de los Estados Unidos implicaría algún tipo de beneficio en términos políticos?
Sobre esas y otras incertidumbres platicó el internacionalista en entrevista radiofónica con Miguel Ángel Vargas de EstaciónPacífico.com en Súper 98.9.
A continuación te presentamos los elementos más relevantes de esa conversación.
—Fue un fin de semana con muchas incertidumbres por el positivo a Covid del presidente Trump. ¿Cómo ves la situación política derivada de este tema de Salud con el presidente de Estados Unidos?
“Diré que la veo muy grave en el sentido de que estamos hablando de crisis simultáneas agravadas por este factor que bien has mencionado y un manejo impreciso, incipiente de las comunicaciones en torno a la figura del presidente”.
“Hay dos crisis simultáneas en este momento: Donald Trump es el presidente de los Estados Unidos, y el hecho de su enfermedad, de su posible retiro del puesto, incapacidad, o en un escenario extremo, de su fallecimiento, ya pone sobre la mesa un factor de inestabilidad en Estados Unidos en el corto plazo, pero además, es el candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos en un segundo ciclo, en la elección que se va a realizar el 3 de noviembre.
“Todas estas crisis simultáneas, agravadas por este pésimo manejo de las comunicaciones de su equipo, que el médico de Donald Trump desde la Casa Blanca dijera una cosa, luego el vocero de la Casa Blanca dijera otra, los médicos en el hospital militar no dan con claridad el diagnóstico. Infieren los medios de comunicación, consultando con especialistas, que por el tipo de medicamento que le están aplicando esteroides, etcétera, es el tipo de tratamiento que se daría a un paciente grave, con un avance fuerte de la enfermedad.”
“Estas crisis simultáneas que bastarían para poner de cabeza a la sociedad norteamericana se dan en este contexto de pandemia, graves conflictos raciales en Estados Unidos y alrededor de una fecha que se transforma, adquiere una dimensión hasta sobrenatural: el 3 de noviembre. ¿Qué va a pasar? Se empiezan a discutir desde ahorita diferentes escenarios si no puede volver Donald Trump a retomar la candidatura o si puede regresar”.
—Conociendo a Donald Trump, uno pone en duda toda la información… asumiendo que sí tenga Covid, de todas maneras puede hacerse un uso político de la información al respecto, ¿no?
“Sí, concuerdo contigo en el sentido de que todo lo que decide el presidente Trump se hace con base en cálculos políticos y electorales, es desafortunado asociar esta mentalidad a una persona tan poderosa como el presidente de Estados Unidos, pero no veo otra razón para haber manejado como manejó la pandemia del coronavirus”.
“A mí también se me haría muy difícil que estuviera fingiendo la enfermedad, victimizarse más todavía y tener un buen pretexto para posponer las elecciones. Lo veo complicadísimo, sería un esquema de película que se pusieran de acuerdo una docena de personas para fingir una enfermedad, aparte en un caso tan grave como es el Covid-19”.
“Pero este juego deliberado de información vaga y contradictoria me parece que es parte de este cálculo errado político electoral, pensando en la figura de Trump ‘aunque me vaya a morir, estoy enfrentando al muerte cara a cara y aún así estoy viendo cómo me favorece’. El problema es que no sólo sería su persona el fin que tenga, sino cómo arrastraría a toda la democracia estadounidense, que si ya en 2016 sufrió un golpe muy duro al exterior del mundo, creo que acabaría de derrumbarse en este 2020 como lo que alguna vez fue, este pedestal donde se tomaba como modelo, como referencia mundial”.
“Es importante el papel de los medios de comunicación, este manejo deliberado de la confusión de la información está afectando severamente a los medios de comunicación, esta labor de transmisión de información fidedigna sobre un tema tan relevante e importante, la salud del presidente, no se sabe con precisión, se dice una cosa, se dice otra. Y si eso no se puede comunicar a la sociedad estadounidense también algo ha fallado, y no precisamente en los medios de comunicación, sino que algo se ha roto en ese sistema en donde había entendimiento y línea roja”.
“En este callejón sin salida en el que se ha metido Trump, ha metido a Estados Unidos y nos ha metido a toda América Latina por las repercusiones que tiene, va en ese sentido, y créeme que es lamentable que lo esté tratando de hacer hasta la muerte”.
“Yo en lo personal preferiría que se recuperara, y no es porque tenga una gran simpatía para con el señor Trump, sino por la inestabilidad que generaría su incapacidad o su muerte, preferiría que se recuperara, que volviera con toda su arrogancia, pero que no desapareciera en este momento preciso como referente de la política norteamericana y darle la batalla en las urnas y en el Congreso”.
—Hay mecanismos para la sustitución de un candidato, ¿qué tan complejos son?
“Sí los hay, son más claros y más específicos para la sustitución del presidente. No lo son tanto en caso de los candidatos, porque en Estados Unidos no hay un sistema electoral federal como lo conocemos en México, entonces habría, según la legislación estatal, la mayoría de los estados reconocerían al compañero de fórmula, en este caso a Mike Pence, como el candidato sustituto, si el 3 de noviembre no pudiera regresar Trump para asumir plenamente su función como candidato”.
“De todas maneras vienen plazos, la elección de noviembre es calificada hasta el 14 o 15 de diciembre, en el Congreso se reconoce la votación del Colegio Electoral, que es la importante, y todavía el 6 de enero hay un evento en el Congreso de ratificación formal del presidente de Estados Unidos, que esperaría hasta el 20 de enero para asumir el poder”.
“Vamos a manejar un escenario en el que Pence sustituye a Trump todos los votos del 3 de noviembre, si Trump resulta ganador, luego libra la ratificación del conteo en el colegio electoral en diciembre, pero algo sucede antes del 6 de enero y el Congreso no puede, por incapacidad o por enfermedad hasta del propio Pence como presidente electo, ahí los escenarios que se abren es: que los votos se distribuyan entre los siguientes candidatos contendientes, Biden por supuesto, pero el voto del colegio se complica muchísimo porque no necesariamente van a seguir los mismos patrones. La mayoría de los estados piden que todos los votos electorales de ese estado sean para una sola persona. Entonces no sabemos si esa disciplina se podría mantener y quedaría en riesgo la ratificación”.
—¿Existe alguna posibilidad de posponer la elección?
“Sí existe. Eso lo tiene que determinar el Congreso de los Estados Unidos bajo circunstancias extraordinarias como las que vivimos actualmente y bajo una justificación adecuada, pero solamente lo puede hacer el Congreso”.
“Me parece que sería también un escenario bastante catastrófico, ¿posponerla hasta cuándo? ¿A qué daría pie? ¿Quién asumiría el momento entonces? ¿Nombraría presidente el Congreso? ¿Qué dirían los gobiernos de los estados? ¿Qué dirían los movimientos de milicias? Pero formalmente sí se puede declarar por parte del Congreso”.
—Supongo que si se puede posponer la elección antes de eso se obligaría la transmisión del poder al vicepresidente…
“Exactamente, una especie de interinato hasta la convocatoria a nuevas elecciones. Un problema en ese escenario es que ya hay personas votando desde hace semanas y desde hace meses con el voto postal, entonces se está hablando de que ya más de dos millones de votos postales han sido declarados. ¿Qué pasaría con esos votos? ¿Se violarían los derechos de los que ya votaron? Sería complicadísimo”.
—Y aunque mejorara y apareciera en los próximos días y todas estas posibilidades catastróficas quedaran de lado, de cualquier manera ante su estado de salud que seguramente le impedirá hacer campaña y participar en el siguiente debate, todo enrarece muchísimo el ambiente electoral, ¿no?
“Después del primer debate vimos que no le fue nada bien a Trump, las encuestas lo reflejaron, su imagen quedó muy dañada. Prácticamente esto cancela la posibilidad de campañas electorales, cancelar los debates, sería de muy mal gusto que la campaña demócrata continuara como si nada, hay que guardar cierto recato, pero para todo efecto práctico de aquí al 3 de noviembre se cancelaría esto.
—¿A quién favorece esto?
“A Trump, en el sentido de que no sería experto en futuros debates y quedaría con esta imagen como de víctima. Tiene una capacidad para revertir las cosas, de darle el spin adecuado y presentarse como una víctima más, como un luchador que trató de defender a su pueblo y ahora está afectado por la enfermedad. Suena un poco absurdo, pero por ahí va el asunto de darle la vuelta y aprovechar la poca información para beneficiarse”.
Escucha la entrevista completa (a partir del 01:14:37) en #PrimeraEstación, el podcast de EstaciónPacífico.com.