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#8M: 4 historias de vida de mujeres que luchan todos los días desde sus trincheras

Este lunes (8 de marzo) es el Día Internacional de las Mujeres. Para conmemorarlo, en EstaciónPacífico.com nos dimos a la tarea de platicar con cuatro mujeres colimenses que con sus oficios y quehaceres desafían los estándares del sexo femenino y encuentran en ellos la satisfacción necesaria para ser felices.

Las historias de la taxista Karla Rodríguez, de las bomberas Xóchitl y Julieta Delgado, y de la carpintera Gabriela Carrillo son muy distintas entre sí, pero tienen en común la lucha que encabezan día a día desde sus trincheras por la inclusión de las mujeres en áreas laborales tradicionalmente ocupadas por hombres.

A continuación te presentamos una mirada a la vida de cada una de ellas.

 Karla Rodríguez, la taxista que se abre paso frente al volante 

Karla Rodríguez maneja un taxi desde hace más de seis años. Comenzó en ese oficio casi por accidente, pues entró a trabajar a una base de taxis y recibió el ofrecimiento de manejar uno de los vehículos durante medio turno. Aceptó.

Tiempo después dejó de trabajar en la base de taxis y se dedicó al 100% a la conducción del vehículo, sin embargo, al no recibir las prestaciones laborales que requería para mantenerse a ella y a su hija, optó por buscar un nuevo empleo en una cadena de supermercados. No obstante, la oportunidad de manejar un taxi llegó de nuevo y ella no se resistió a la alegría que asegura que le trae el oficio. Actualmente conserva ambos empleos y cuida de su hija de 15 años.

“Yo como mamá, yo quería prestaciones. Entonces, me bajo del taxi y me meto a unas tiendas; y empecé con mis prestaciones. Y me vuelven a ofrecer el taxi, que fue un error porque a mí me encanta. Yo soy feliz en el taxi. Yo amo el taxi. Yo creo que aquí me voy a morir”, relató.

A pesar de la satisfacción que le deja ser taxista, Karla Rodríguez no ha estado exenta de vivir episodios de rechazo por ser mujer en un oficio en el que abundan los hombres.

“Cuando traía camioneta (de radio taxi), yo recuerdo que pidieron un servicio y, pues yo dije, yo voy. No, es una mujer, no la quiero. Me sentí tan mal, porque una misma mujer me rechazó”, aseveró.

Agregó que muchas personas se sorprenden al verla manejar el taxi. En el caso específico de las mujeres, aseguró que suelen sentir una mayor confianza al percatarse de que ella las llevará a su destino, situación que la lleva a reflexionar sobre el comportamiento que podrían tener algunos de sus compañeros choferes.

“Muchos se admiran. ‘Nunca me había tocado subirme con una mujer’. Como que se les hace increíble que una mujer traiga taxi. Muchas (mujeres) se vienen adelante, nos vamos platicando, me cuentan su historia y yo les cuento mi historia… lloramos. Es bonito y a la vez dices ‘¿qué está pasando con mis compañeros?'”, dijo.

 Xóchitl y Julieta Delgado: la vocación de servicio se hereda 

“Yo sueño con llenar el cuartel de mujeres. Yo le he dicho a mi hija hay que promover, hay que invitar, hay que hacer algo para que se vengan más mujeres”. Ese es el anhelo de Xóchitl Delgado, bombera voluntaria del Cuerpo de Bomberos de Villa de Álvarez, con más de 15 años de experiencia.

Xóchitl y Julieta aseguran que con frecuencia, cuando acuden a atender un siniestro, las personas se sorprenden al verlas, pero aseguran que ese tipo de reacciones las hacen sentir fortalecidas.

“Cuando termina el servicio comenzamos a quitarnos el caso y todo, sí me ha tocado escuchar expresiones de la gente que, ¿ya vieron? ¡Es una señora!‘”, contó Xóchitl a EstaciónPacífico.com.

“Empezaba a salir a servicios y, sobre todo los civiles que había en el lugar o que me tocaba a mí retirar, sí se quedaban como sorprendidos”, agregó Julieta.

Julieta animó a las mujeres a no escuchar las opiniones negativas de las personas que se oponen a que ejerzan labores históricamente desempeñadas por hombres.

“Es mejor intentarlo. Si es lo que realmente quieren, no importa si la gente dice ‘esto es para hombres’”, refirió.

Por su parte, Xóchitl invitó a las mujeres a sumarse a las filas del Cuerpo de Bomberos, pero también a ejercer oficios y profesiones poco comunes en las mujeres. A su parecer, el Día Internacional de las Mujeres contribuye a visibilizar la presencia femenina en todos los campos sociales.

“Es algo tan bonito, algo que nos llena, nos fortalece, nos nutre. Somos tan valiosas y tan poderosas y tan fuertes como los hombres. Yo me imagino que se tuvo que hacer este día para que para que hubiera una fuerte presencia hacia las mujeres, un fuerte respeto hacia las mujeres”, aseguró.

 Gabriela Carrillo, una mujer carpintera que resiste a pesar de los prejuicios y estigmas 

Lo que para Gabriela Carrillo comenzó con la inquietud de asistir a un curso exprés de carpintería, hoy se ha convertido en una fuente más de ingresos económicos para ella y su familia.

Aunque trabaja en una escuela de educación especial en Coquimatlán, desde hace más de un año se dedica a la carpintería, pintura y restauración de muebles en el taller de uno de sus amigos en Comala.

“En un principio, mi esposo, como es médico, como así de que ‘no quiero que vayas, me estresa, no quiero que te vayas a cortar, no quiero que te vayas a lastimar. Entonces, él vino, entre comillas, a supervisar; y se puso muy preocupado”, narró entre risas.

Detalló que al principio sus colegas demeritaban su esfuerzo, insinuando que otros le hacían el trabajo o que no tenía los conocimientos necesarios para dedicarse al oficio al que ella calificó como “apasionante”. Sin embargo, aseguró que esos comentario no la hicieron renunciar a su trabajo, y eventualmente logró ganarse un lugar en él.

“Al principio era como obvio no sabe hacer nada, obvio le hacen las cosas”, relató.

Refirió que aspectos tan sencillos, como abastecerse de insumos para la carpintería, también ha implicado encontrarse con comentarios de extrañeza y prejuicios.

“Simplemente el hecho de ir a comprar la madera, y que seas mujer, siempre está lleno de hombres ahí, y entonces, así como ‘señora, ¿se equivocó? ¿Qué necesita? ¿Qué vende?. Me dicen: “ay, estás loca, ¿por qué te dedicas a eso? ¿No te ves como hombre, como machorra?”. Y yo (respondo) no tiene nada que ver que seas mujer con que puedas lograr las cosas”, aseveró.

Gabriela resaltó la necesidad de que el núcleo familiar y social empuje a las mujeres a emprender nuevos proyectos y potenciar nuevas destrezas para que cada vez su presencia sea más visible en distintos ámbitos.

“Nuestras parejas, nuestra gente que está en nuestro entorno, familiares, amigos, nos deben de impulsar a nosotras las mujeres para ir perdiendo todos los estigmas que tenemos. Al ser mujer tienes muchísimas habilidades. Tenemos muchísimos conocimientos por el mismo hecho de ser amas de casa, multitareas, deportistas, reposteras; entonces, cuando tú te enfocas en una nueva actividad, todo el conocimiento que tú tienes previo lo puedes ejercer ahí y salen cosas fantásticas”, concluyó.

 

Con información de Monserrat Cárdenas

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