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El hongo, clave para la fuente de agua para Colima

Los hongos son clave en el ciclo del bosque en la Sierra de Manantlán, que a su vez es vital para los habitantes de la zona metropolitana Colima-Villa de Álvarez, debido a su papel en la captación del agua que consume la mayoría de sus habitantes.

La Reserva de la Biósfera Sierra de Manantlán, decretada como área natural protegida en 1987, es un sitio con casi 140 mil hectáreas de extensión en los estados de Colima y Jalisco, donde abundan los hongos que nutren el suelo y propician las interacciones entre plantas y árboles que influyen en la captación de agua.

Este fin de semana, la comunidad de El Terrero, en el municipio de Minatitlán, fue sede de la cuarta Feria del Hongo, que además de ser un espacio para conocer algunos de los ejemplares de este reino que existen en el lugar, ha servido para que las personas conozcan este bosque y de dónde viene el agua que consumen, explicó el director de esta reserva, Fernando Gavito.

“En las siguientes ediciones fuimos pensando en difundir a los hongos con estas propiedades culturales, con estas propiedades biológicas, pero también que sea un buen pretexto, una buena manera de convivir con la familia en un lugar templado como es El Terrero (…) un bosque como pocos, porque es un bosque bien conservado, y además que conozcan la zona de captación de agua que ellos están consumiendo en sus hogares”, comentó a EstaciónPacífico.com.

“Creemos que estamos llegando a muchas personas con la difusión de la importancia, no sólo de los hongos, sino de la importancia de este sitio con sus valores ambientales (…) El mejor ejemplo de que se está llevando a cabo este mantenimiento de los servicios ambientales es que sigue habiendo agua en calidad y en cantidad en Colima y Villa de Álvarez”, agregó el funcionario de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp).

La bióloga Georgina Zarco, investigadora de la Universidad de Guadalajara que fue invitada al encuentro para dar una charla respecto a la función de los hongos en la región, refirió que es importante estudiar a estos organismos para conocer su función en este ecosistema y su relación con otras especies, así como para generar conciencia sobre la conservación de este sitio.

“¿Cuál es esa importancia? Esa comunicación que tienen con nuestras plantas, esa oportunidad de que tienen de hacer disponibles los recursos, nutrir los suelos, reincorporar materia orgánica para que pueda hacerse y completarse ese ciclo de vida”, señaló en entrevista.

“(La Sierra de Mananatlán) es nuestra esponja, nuestra vida. Saber que esa agua es posible que se infiltre y nos llegue allá, por qué, porque hay vegetación, porque hay animales, hay fauna, porque hay hongos y hay muchos otros organismos que están interactuando, es una cadena completa y compleja. Es nuestro deber conocerla, porque de qué otra manera la vamos a cuidar”, abundó.

Zarco indicó que se deben estudiar las cualidades de cada variedad de hongo, pues aunque son pocas las que pueden aportar nutrientes a los humanos, algunas otras tienen propiedades medicinales e incluso se utilizan en la industria farmacológica.

El Terrero es uno de los siete ejidos que forman parte de la Sierra de Manantlán. En esta área natural protegida existen más de 260 especies de hongos reconocidas oficialmente, aunque de manera no oficial hay más de 350, además de 500 morfoespecies —hongos que forman simbiosis con especies vegetales—, dijo Gavito en su mensaje inaugural. También es hábitat del 35% de las especies de aves que existe en México y de los seis gatos salvajes que se encuentran en el país, entre ellos el jaguar, que está en riesgo de extinción, según la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio).

Alrededor de 2 mil 500 personas se dieron cita en la Feria del Hongo, realizada en un lugar donde viven 300 personas, según informa un cartel en la entrada al pueblo. Algunos de estos habitantes aprovechan la afluencia para vender platillos con los hongos que de manera natural se producen en el lugar y que en otras partes de la región llevaría carnes rojas como ingrediente principal: pozole, tamales, sopas, hamburguesas e incluso quesadillas.

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