#ElFaro: La telenovela del Congreso / Efectos de la llegada de Kike a la dirigencia del PRI
Los legisladores, novatos y decanos, salieron buenos para la intriga y han convertido a la Comisión de Gobierno Interno y Acuerdos Parlamentarios, presidida (por ahora) por el morenista Vladimir Parra, en una instancia ‘de Infierno y Desacuerdos Parlamentarios’, de donde sale mucha grilla y pocas soluciones para los problemas que agobian a los colimenses.
Con la facilidad con que las señoras y los señores integrantes de la 59 Legislatura se desprenden de los colores que los llevaron al Congreso —los cuales fueron cruzados por los votantes en las boletas del 1 de julio, aunque se les olvide—, que nadie se sorprenda si un día de estos nos amanecemos con la nueva de que hay 25 fracciones legislativas de diputados únicos.
Espere este jueves (a más tardar) el próximo capítulo de la telenovela legislativa.
Donde pegaron el grito (y nos aseguran que no de gusto) por la llegada del líder cnopista a la dirigencia tricolor fue en cierta casa en el Trapiche (¿lo habrán escuchado en el Complejo Administrativo?), donde ya calibran las consecuencias de esta decisión en el apoyo que, hasta ahora, un grupo político de priistas ha prodigado al gobernador… ¿Llevará esto a un rompimiento?
Las versiones que circulan desde los cubículos académicos refieren que esto no pasaba en la institución educativa desde la década de los 80, con lo que habrían fracasado las gestiones de las autoridades universitarias para allegarse recursos extra.
Los más críticos en los pasillos escolares se preguntan si el anuncio del rector, Eduardo Hernández Nava, de que recortará su sueldo —que, por cierto, no dijo cuánto ni cómo quedará— fue un guiño al presidente López Obrador, como lo señalaron, o una medida ante la escasez de dinero, y si la crisis también la resienten los exrectores pensionados.
Y en tanto que a los ciudadanos de a pie no les resta más que quedarse con las dudas, ojalá los participantes en las mesas del Plan de Paz donde se coordinan autoridades federales y locales tengan más claro qué sucede, y no vaya a ser que la opacidad y la desconfianza ensombrezcan los espacios donde se toman las decisiones para garantizar la seguridad de los colimenses.
Este proceso, planteado igual que en el gobierno federal como medida de austeridad, no ha sido el único liderado por el funcionario estatal, quien ya lleva casi media docena de subastas de vehículos oficiales que ya no son considerados óptimos para su función. Algo podrá platicarles a los ‘capitanes’ de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT).