Un coloso se apresta a tomar el Puerto de Manzanillo; el Bar Social reabre en marzo
Un coloso se apresta a tomar el Puerto de Manzanillo. Se trata del Bar Social, que desde la década de los 50 reunía en el centro de la ciudad desde pescadores y periodistas hasta actores políticos y figuras públicas, y que en la primera semana de marzo reabrirá sus puertas, luego de mantenerse cerrado desde 2015.
El chef colimense Nico Mejía asumió la responsabilidad de mantener el menú tradicional del bar, a base de mariscos, pero con toques frescos que podrán acompañarse con cervezas de la Cervecería de Colima.
Mejía enfatizó que el “corazón” de ese espacio, que es su barra circular en el centro del edificio, se dejará intacto, pues la intención es respetar el diseño original del restaurante. El arquitecto manzanillense Ernesto Vergara, socio del proyecto, es quien está a cargo de esa labor.
Foto cortesía de la familia Berra
“El corazón del bar es la barra central, todavía está ahí. Dicen los historiadores que incluso los presidentes municipales despachaban en el bar, ahí se cerraban negocios, se planificaban acciones políticas, podían ir periodistas, políticos”, comentó vía telefónica a EstaciónPacífico.com.
“Queremos meter unas fotos y cuadros de la gastronomía actual, de lo que es la gente de Colima, pero no queremos moverle mucho. Imagínate un bar donde el 60% es barra (…) Ha sido muy sutil el diseño, no queremos moverle nada, tenemos que meter un tema contemporáneo, renovamos los baños, la cocina totalmente, pero el piso original se mantuvo, la barra original se mantuvo”, añadió.
Historia
Nico Mejía recordó que los empresarios Octavio Macchetto y Ernesto Berra abrieron el Bar Social en su primera etapa, en la planta baja del Edificio Macchetto, frente a la presidencia municipal. El diseño de esa edificación estuvo a cargo del arquitecto Fernando Parra, quien también llevó el proyecto de lo que hoy es el Auditorio Nacional de la Ciudad de México.
Foto cortesía de la familia Berra
Mejía mencionó datos históricos, como que el Bar Social fue el primero en Colima en ofrecer una botana gratis en el consumo de una bebida, o que por aquellos días tenía tanta importancia para los manzanillenses que sirvió como refugio tras el paso del Huracán de 1959.
El chef aseguró que otra de las tradiciones que se conservarán es la rifa “Va pa’l pollo”, una rifa de pollos asados preparados por la cocinera colimota Teresa Navarro, en ese entonces, y organizada por los administradores del bar, y que propiciaba que desde temprano los porteños llegaran a sus instalaciones.
“Vamos a reabrir con Javier Berra, con el hermano de Miguel Berra, que fue quien rifaba los pollos. Va a estar con nosotros Felipe Santana, la familia Woodward, los descendientes de la familia Macchetto, también está la Cervecería de Colima. Lo que hicimos fue una unión de estas figuras de importancia en el ámbito gastronómico y de bebidas”, presumió.
Foto cortesía de la familia Berra
Los empresarios a cargo de la reapertura del Bar Social contemplan que ese espacio pueda servir como sede para conciertos de música clásica, trova y tradicional, pero también para que se lleven a cabo festivales de poesía.
El chef precisó que el Ayuntamiento de Manzanillo les manifestó su entusiasmo por la apertura de ese lugar, al considerar que podría ser uno de los proyectos más importantes hacia la recuperación del Centro Histórico del municipio porteño.
¿Qué tal pinta el menú?
Nico Mejía compartió que se respetarán los elementos básicos del menú de Bar Social, como la ensalada de papa y el ceviche, pero se sumarán algunas otras entradas como un shot de coctel de mariscos, ceviche, patitas curtidas con salsa picante de jitomate, frijoles puercos y percebes, jaiba o mojarra.
Para el platillo principal, se ofrecerán cocteles de mariscos tibios o fríos, tostadas de birria de mariscos, tostadas de jaiba y ostiones. Las preparaciones serán itinerantes, dependiendo de la temporalidad de los ingredientes.
Los alimentos podrán acompañarse con tres salsas hechas en casa, todas autoría de Nico Mejía: una de mango y vinagre de tuba, otra de coco con chile serrano y la típica “de botella”.
Foto cortesía de la familia Berra
