Colima impondrá hasta 8 años de prisión a personas que maten abejas
En el estado de Colima, las personas que destruyan colmenas, se apoderen de ellas, o causen la muerte de abejas, podrán ser sancionados con hasta 100 días de multa, equivalentes a la Unidad de Medida y Actualización (10 mil 374 pesos) y ocho años de prisión.
En entrevista con Estación Pacífico, Alfredo Álvarez Ramírez, diputado local, detalló que la modificación al Código Penal de la entidad se dio luego de que, durante julio y agosto de 2022, se registró la muerte de millones de abejas en los municipios de Armería y Tecomán.
“Es una situación que se viene dando desde hace ya cinco años, una situación muy grave. Las abejas están muriendo a consecuencia de un agrotóxico (fipronil) que es utilizado para eliminar plagas en cultivos de coco y limón”.
Esta iniciativa aprobada por el Congreso local también indica que, en caso de que la muerte de estas especies sea ocasionada por el uso de fipronil, las sanciones pueden llegar a aumentar al doble.
“Nosotros no buscamos castigar, buscamos inhibir con esta reforma, lo que pasó pasó, nos queda la reflexión, pero a partir de ahora, cualquier compañero o compañera que mate a las colmenas o abejas va a ser sancionado”.
Información obtenida por investigadores de la Facultad de Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la Universidad de Colima, señala que en sólo quince días del 2022 ocurridos entre julio y agosto, al menos 30 millones de abejas murieron a causa de envenenamiento y 637 colmenas resultaron afectadas por la misma causa.
¿Y las colmenas en zona urbana?
Para evitar que las colmenas y abejas sean dañadas por la población, el Instituto para el Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable de Colima (Imades), ya cuenta con un protocolo para la reubicación de las mismas.
“Antes, si había una colmena en algún jardín o colonia, en la mayoría de las veces era exterminada por elementos de Protección Civil o Bomberos, hoy todas las unidades que acuden al llamado de la población se encuentran capacitadas y cuentan con, mínimo, un equipo para labor de rescate”, refirió Angélica Jiménez, directora del Imades.
La reubicación de las colmenas, observó, varía según el tipo de las especies.
“Las apis melliferas son trasladadas a los apiarios, las avispas se llevan al bosque, si son meliponas, la misma Universidad (de Colima) tiene colmenas para este tipo de abejas”.
De acuerdo con las autoridades de rescate, los municipios que más ayuda solicitan para la reubicación de colmenas son Colima, hasta tres colmenas al día; Manzanillo, tres colmenas por semana; y Tecomán, dos colmenas al mes.
Pendiente, la sensibilización a los agricultores
Tras la modificación al Código Penal, hoy, la sensibilización a las y los agricultores que recurren a los plaguicidas en sus cultivos, es un tema pendiente.
“Lo tienen que empezar a hacer las autoridades, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) y el Imades. La transición agroecológica no está peleada con los químicos, sabemos que se ocupan, pero lo que queremos lograr es bajar las dosis”, señaló Alfredo Álvarez Ramírez.
De acuerdo con la Sader, el estado de Colima cuenta con cerca de 39 mil agricultores, 400 de ellos, indicó el diputado, ya han iniciado algunas prácticas agroecológicas en cultivos de café, camote y yuca.
“Esta problemática también ha servido para vincular al agricultor con el apicultor, para que dejen de verse como enemigos porque no lo son, más bien se complementan, las abejas son primordiales para el cultivo, aumentan los rendimientos”.
Se estima que la polinización del 75 por ciento de los cultivos alimentarios del mundo y 35 por ciento de las tierras agrícolas, dependen de las abejas. Además, estas especies son indispensables para conservar la biodiversidad.