Colima, en la ‘zona roja’ del ranking Índice de Paz 2018
Colima está en la clasificación de los estados con más violencia, de acuerdo con el Índice de Paz 2018, que ubica a la entidad como la cuarta en peores condiciones del ranking nacional.
El estado —en medio de una crisis de violencia relacionada con disputas entre grupos del crimen organizado— obtuvo una calificación de 3.64 en la escala en que una evaluación baja equivale a un mejor nivel de paz. La entidad más violenta, Baja California Sur, recibió 4.55; en tanto que la más pacífica, Yucatán, sacó 1.167. A nivel nacional, la media es de 2.264.
El análisis —publicado este martes por el Institute for Economics and Peace, un think tank que realiza este tipo de rankings en países como Estados Unidos y Reino Unido— considera cinco indicadores: homicidios; delitos con violencia, delitos cometidos con armas de fuego, cárcel sin sentencia y crímenes de la delincuencia organizada.
Las cifras —correspondientes a 2017, el año históricamente más violento en México— son calculadas en tasas para hacerlas comparables, y ajustadas con base en las encuestas oficiales de victimización para contrarrestar la falta de denuncias (cifra negra). Empleando estos elementos, el Índice otorga las calificaciones a cada estado.
El estudio indica que los elevados indicadores de violencia en Colima revelan un “rápido colapso del nivel de paz” y una crisis “fuera del rango” respecto de las demás entidades.
“Tiene la mayor tasa de homicidio de México: 106 homicidios por cada 100,000 habitantes. El colapso del nivel de paz en Colima ha sido rápido; la tasa de homicidio se cuadruplicó en los dos últimos años. Además, esta tasa de homicidio es atípica en términos estadísticos”, indica el documento.
El análisis añade que esta descomposición pudo haberse visto acelerada por los niveles de impunidad, al destacar que en el periodo revisado “únicamente 4% de las investigaciones de homicidio culminó con una sentencia condenatoria”.
“Históricamente, la violencia no ha sido alta en el estado, pero es probable que los grupos de la delincuencia organizada hayan explotado las deficiencias que en efecto prevalecían en el Estado de derecho, en particular una tasa alta de impunidad”, explica el texto.
Pese a este panorama, Colima es la única de las cinco entidades en ‘zona roja’ que mejoró su clasificación respecto de la medición del año previo, cuando se posicionó como la segunda con menores condiciones de paz.
Algunos indicadores de lo que el estudio asocia con el concepto de “la Paz Positiva” presentan resultados “moderadamente buenos” para Colima, como “actitudes, instituciones y estructuras”, “bajos niveles de corrupción” y la ausencia de estrategias militarizadas en la aplicación de la ley.
El ‘Pacífico’
Tres estados presentaron peores condiciones que Colima: Baja California Sur, Guerrero y Baja California, en tanto que Sinaloa está en la quinta posición de la clasificación “menos pacífico”. Las cuatro entidades en el fondo de la tabla se encuentran en el Pacífico, región que el informe vincula con problemas de crimen organizado.
“Habitualmente, el narcotráfico y otros crímenes de la delincuencia organizada en esta parte del país han sido controlados por el cártel de Sinaloa, el cual atraviesa un conflicto interno de poder tras la extradición a Estados Unidos de Joaquín El Chapo Guzmán en enero de 2017. Fuentes informaron de la presencia de organizaciones del narcotráfico procedentes del sur que buscan ampliar su influencia a lo largo de la costa; ello sugiere que, en tanto las cabezas de segundo nivel del cártel de Sinaloa se pelean por el puesto del Chapo, otras organizaciones pueden estarse enfrentando a los ocupantes de posiciones inferiores por el control del territorio de Baja California Sur y otros estados clave para el narcotráfico”, indica el documento.
En el caso de Colima, el reporte destaca que la disputa se da entre en Cártel de Sinaloa, en el norte de la entidad, y el de Jalisco Nueva Generación, en el sur, con una escalada entre 2016 y febrero de 2017.
Problema millonario
El reporte calcula que Colima tuvo un impacto económico de 82 mil 800 millones de pesos producto de la situación de violencia, que equivale a 95,486 pesos per cápita, el costo proporcional más elevado de todos los estados. Para Yucatán, el estado con el menor impacto económico, este indicador es de casi una décima parte: 9,779 pesos per cápita.
A nivel nacional, el Índice destaca que la violencia aumentó “debido a la escalada de la guerra contra las drogas”, y provocó un impacto económico equivalente a 4.72 billones de pesos (33,118 per cápita), lo que equivale a 21% del Producto Interno Bruto (PIB) del país, “uno de los mayores porcentajes del mundo”. Respecto del informe del año anterior, este costo se incrementó 15%.
Estas cifras están calculadas considerando elementos como el gasto relacionado con la contención, prevención y atención de las consecuencias de la violencia, e incluyen los costos directos e indirectos, así como el efecto multiplicador (la actividad económica que esta problemática frustra).
El Índice destaca la importancia de atender este tema en el marco de las próximas elecciones, por lo que plantea la urgencia de considerar cuando menos los siguientes aspectos:
• Reducir la corrupción y la impunidad
• Desarrollar la capacidad institucional junto con la transparencia y la rendición de cuentas
• Proteger a los jóvenes
• Proteger los espacios públicos
• Crear confianza al demostrar los avances logrados
• Hacer frente a la violencia con armas de fuego, el comercio ilegal, la extorsión, el secuestro y las distintas formas de homicidio.