Tomar una chela ayuda a los demás: Martes de Causas en la Cervecería de Colima
En Colima es posible pasar una tarde con amigos, comida deliciosa y cerveza a la sombra de los árboles, al mismo tiempo que contribuyes a mejorar el entorno.
Los Martes de Causas y Colectivos en la Cervecería de Colima surgieron en 2014, junto con la propia empresa, y son la llave que ayuda a conectarla con las organizaciones e instituciones locales, buscando generar apoyos para quienes más lo necesitan. Así lo explica Darío Lozano, exgerente del Jardín Trapiche de la Cervecería.
¿Cómo funciona?
Asistes, te diviertes, comes y bebes rico y todo tu consumo de ese día irá a parar a la causa que se esté buscando apoyar. Algo importante es que siempre hay bandas, de géneros distintos, amenizando la tarde-noche.
Los primeros martes de causas fueron organizados por el Jardín Trapiche (el restaurante alojado en la planta cervecera), y posteriormente se conformó un comité integrado por nueve expertos en arte, cultura, medio ambiente, salud, grupos vulnerables y animalia, quienes revisan los avances, los detalles de las causas y buscan mejorar de a poco el programa.
En los últimos meses se han logrado apoyos para un equipo de handball que se fue a competir a Rusia, se han realizado quimioterapias y se han entregado ayuda al cuerpo de bomberos y a la Cruz Roja. También a favor de los afectados por la erupción del Volcán de Fuego de Guatemala, en junio pasado.
El martes pasado le tocó a la Casa del Migrante de Saltillo, una organización no gubernamental que trabaja en la defensa de los derechos humanos de las personas que viajan y que recibe migrantes de cualquier lugar y a cualquier hora.
“Les ayudamos con una atención integral, desde que se abre la puerta a cualquier migrante se brinda ropa, hospedaje, atención médica, legal y psicológica, se pueden hacer todos los trámites para que tengan una mejor estancia”, explicó Darío.
“Esa casa del migrante tiene mucha relevancia porque en esa zona del país el calor es intenso, con lo cual las cosas se complican más, en México (está) el riesgo del crimen organizado y en Estados Unidos, la ley”, añadió.
Y esa es precisamente la razón por la que Darío es “ex” y no gerente, a secas. Esta semana, su última de trabajo en la Cervecería, viajó a la Casa del Migrante para iniciar un nuevo ciclo allá y generar mejores condiciones para aquellos que van de paso y les espera un camino largo aún.
Con información de Miguel Ángel Vargas