Cambiar al IMSS a los maestros de la SNTE 39 generaría ahorros por 21 mdp: Meiners
Si el Gobierno del Estado diera a los maestros de la Sección 39 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) atención médica a través del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), y no por convenios con clínicas particulares, ambas partes podrían ahorrarse 21.5 millones de pesos al año.
Lo anterior, de acuerdo con el cálculo hecho por EstaciónPacífico.com, con base en las cifras que dio a conocer Kristian Meiners, secretario de Administración y Gestión Pública de la administración local.
El funcionario detalló que dar atención médica a los agremiados de esta sección magisterial cuesta 30 mil pesos al año por cada uno de los 2 mil 150 trabajadores que reciben esta prestación, y si pudieran dárselas a través de la modalidad 38 del IMSS, este gasto se reduciría a 20 mil pesos al año por persona.
“Tenemos un costo de 20 mil pesos por año (en el IMSS por cada trabajador activo), que serían como 45 millones de pesos, es el servicio privado que se otorga, son aproximadamente 30 mil pesos por año, hablamos de una diferencia de unos 20 millones de pesos, pero hay que recordar que los maestros aportan, para recibir este servicio, aproximadamente unos 12 millones de pesos”, dijo el secretario a Miguel Ángel Vargas de EstaciónPacífico.com.
La modalidad 38 prevé que el IMSS preste atención médica a los beneficiarios, sin generarse derecho de jubilación en la institución, pues este ya se genera en el Instituto de Pensiones. La atención que actualmente se brinda a los maestros de la Sección 39, se regula por un convenio entre ambas partes, el cual, no ha sido firmado desde 2010.
A continuación te presentamos lo detalles más destacados de esta conversación con Kristian Meiners:
—¿Todos los servidores públicos deben tener por ley atención médica?
“Desde luego. La ley federal de los trabajadores tiene un apartado B respecto a los trabajadores públicos, que establece que están obligados los patrones a cubrir la seguridad social”.
—¿Cabe la posibilidad de que se cubra a través de servicios privados?
“No especifica cómo lo tienes que hacer. En el caso del estado de Colima, las leyes son las que definen cómo se da esa seguridad social. Hay básicamente tres grupos de trabajadores en el Gobierno del Estado: la burocracia, incluyendo a los trabajadores de confianza, el magisterio estatal y los policías”.
—¿Cuál es el sustento legal para cubrir a los maestros estatales servicios médicos privados? ¿Está en el contrato colectivo de trabajo, en la ley, o dónde y desde cuándo?
“El sustento estaba en la Ley de Pensiones Civiles del Estado de Colima, artículos 17 y 45, donde también se estipulaba que los maestros estatales daban una aportación en conjunto con otra del Gobierno del Estado para poder dar este servicio con médicos privados.
“Ahora ya no tenemos vigente esa ley; en la reforma que creó en enero el nuevo Instituto de Pensiones se puso un artículo transitorio que el Instituto continuaría con este servicio mientras se define con toda claridad en una ley que se está trabajando específica para los trabajadores del magisterio estatal”.
—¿Cuál es la historia detrás? ¿Por qué la burocracia estatal está inscrito en el IMSS y el magisterio no?
“El origen más cercano en el caso del magisterio, es un convenio que se firmó en 2009 basado en la Ley de Pensiones Civiles, en el caso de la burocracia se definió en algún momento que los trabajadores cotizarán en el IMSS y se les diera el servicio médico como actualmente se está dando, igual que los policías”.
“Hay diferentes grupos de trabajadores. A los maestros se les hizo un convenio para servicios médicos privados en el 2009, así se ha mantenido. La burocracia está cotizando en el Seguro Social, los trabajadores de la burocracia se atienden en el IMSS y los policías también, los maestros nunca han cotizado en el IMSS y siempre se les ha atendido de forma privada”.
—En la ley dice, en la anterior y en la actual, que le asignan la responsabilidad al Instituto de Pensiones, ¿pero dice que es un servicio médico privado?
“Sí lo dice, pero lo que sí tiene que hacerse es reglamentarlo específicamente para que en la ley de trabajadores del magisterio quede establecido cómo. El problema que había dentro del Instituto de Pensiones es que teníamos una situación en la que había una ley que especificaba cómo debía continuar este servicio, en la Ley de Pensiones nueva, y se aprobó una ley de austeridad que lo prohibía”.
“Había diversas interpretaciones, generó mucha confusión, el magisterio se acercó al Congreso que autorizó esta Ley de Austeridad y ayer, tengo información de que se corrigió este Artículo 4, que queda muy específico en que se prohíbe la contratación de pólizas de gastos médicos, no la atención de servicio médico privado al magisterio”.
—Si se quisiera modificar esto, si están hablando de austeridad, ¿se tendría que modificar la Ley de Pensiones?
“Desde luego, esa era la ambivalencia, si tenía que prevalecer lo que especificaba la Ley de Austeridad o lo que decía la de Pensiones”.
—¿Cómo se aterriza esto? ¿En un convenio?
“Se aterrizaba en un convenio, que lo tenemos que volver a trabajar ahora”.
—¿El último convenio cuándo se firmó?¿Y cuál era su vigencia?
“En 2009. Un año”.
—¿Es decir que desde 2010 no hay un convenio que regule el derecho que tienen los maestros?
“Es correcto, y precisamente en eso hemos estado trabajando y dialogando con los líderes magisteriales de la Sección 39 para firmar un nuevo convenio que especifique cómo se debe de dar ese servicio, con todo detalle”.
—¿Es más cara la atención médica privada en los términos que se venían dando, a que si los maestros recibieran la atención médica del IMSS?
“Sí implica un mayor gasto para el patrón, en este caso el Gobierno del Estado, tiene dos diferencias muy importantes, una es el costo, porque implica una atención con doctores que dan sus servicios a particulares, medicinas de patente. Es una atención de calidad y por eso el magisterio está interesado en que se continúe de esa forma”.
—¿Hay alguna modalidad en el IMSS en que se preste atención médica sin que se tenga que aportar para la pensión?
“Sí, hay en el Seguro Social la llamada modalidad 38 y esta modalidad implica nada más el que se dé el servicio médico al afiliado”.
—¿Cómo se determina el costo de esa modalidad?
“Tiene que ver con el salario del trabajador, nosotros tenemos una mezcla de trabajadores del magisterio que da un costo aproximado de 20 mil pesos al año por trabajador, pero varía según las condiciones salariales del patrón”.
—¿De cuántos trabajadores estamos hablando y cuál sería el costo a través de la modalidad 38?
“Aproximadamente son 2 mil 150 trabajadores activos del magisterio estatal, más o menos 45 millones de pesos al año. Estamos hablando de los trabajadores activos del magisterio y dentro del Instituto de Pensiones se les presta servicio médico a los trabajadores del magisterio jubilados, ellos no hay manera de que coticen en esta modalidad porque ya están pensionados”.
—¿De cuántos estamos hablando?
“Son 850 maestros jubilados, aproximadamente”.
—¿No hay manera legal de inscribirlos al IMSS?
“No, porque tendrían que cotizar como activos y son pensionados”.
—¿Y con un convenio especial?
“No lo tienen. No hay alternativa más que mantener lo que se tiene”.
—¿Con ningún convenio federal se puede dar la atención médica en una instancia pública?
“Honestamente no sé si en el ISSSTE lo hagan, pero sí sabemos que en el IMSS, para que te den servicio médico, tienes que ser trabajador activo o haber sido trabajador activo, cotizar ahí y pensionarte por el Seguro Social”.
—¿Cuánto cuesta el servicio médico privado de los maestros de la Sección 39?
“Tiene un costo de 20 mil pesos por año, pero eso lo tienes de manera cierta. Cotizas, pagas y el Seguro Social se encarga de prestar el servicio. En el caso del Instituto de Pensiones, se brindan los servicios conforme los necesitan los trabajadores, por lo tanto no hay certidumbre de cuánto cuesta al año. Es un cálculo aproximado”.
“Estamos en pláticas para con el magisterio, los líderes de la Sección 39, para que un experto nos ayude a hacer los cálculos y tener prácticas más eficientes para lograr un mejor costo”.
—¿Cuánto se gastó el año anterior?
“Se gastaron 73 millones de pesos aproximadamente. Aquí tenemos una situación diferente en 2019, porque había trabajadores del magisterio que no eran derechohabientes de este servicio médico, porque no tenían base. Se analizaron esos casos, se basificaron y se les dio ese derecho, teníamos ese problema como patrón, porque no tenían cubierta la parte de servicios médicos”.
“Para 2019 necesariamente tenemos que gastar más y es lo que platicamos con los líderes magisteriales, para encontrar una forma en la que aportando más recursos ambas partes, cubramos lo que se necesita”.
“Los trabajadores activos tuvieron un costo de 30 mil pesos por trabajador en el 2018, costo que hemos trabajado de eficientar lo más posible sin que se reduzca la capacidad de dar estos servicios médicos”.
—¿Es 50% más caro de lo que costaría ante el IMSS?
“Y te soy sincero, si se tratara de que este servicio fuera como cualquier persona que van a consulta de manera privada, sería más caro. Se tienen convenios con doctores, clínicas, laboratorios”.
—¿Estos costos son con los beneficiarios que vienen con los trabajadores?
“Si contaramos a todos los beneficiarios por trabajador, estamos hablando de 5 mil 700, el costo sería un aproximado de 17 mil 500 pesos por beneficiario”.
—¿En los 30 mil pesos ya estás considerando lo que cuestan los beneficiarios?
“Sí, claro”.
—¿Ese convenio de 2009, qué áreas dejaba a la discreción de quienes lo aplicaban? Porque hay historias que se cuentan de abusos, de colusión entre médicos y maestros, de excesos, de cosas que no son indispensables en la atención médica.
“Cuándo llegamos (en febrero de 2016), faltaban muchos controles dentro de la Dirección de Pensiones para establecer el mejor servicio posible sin que hubiera fugas o malas prácticas. En eso todavía estamos trabajando, queremos que quede perfectamente regulado en este convenio que el maestro reciba esa buena atención, pero que nosotros como patrón podamos tener el menor costo posible, sin demeritar el servicio (…) Recibimos un adeudo histórico de más de 50 millones”.
—¿Cuánto les falta por pagar?
“Nos faltan 15 millones”.
—¿Ustedes han generado adeudos?
“Tenemos un pendiente de 2018 de otros 15 millones de pesos y eso también genera mucha presión con los médicos y las clínicas que prestan el servicio. Nosotros hacemos nuestro mayor esfuerzo para que no exista esa fricción, pero es natural que los doctores y las clínicas estén con esa inquietud de tener su pago lo más a tiempo posible”.
—¿Se va a firmar un convenio que le ponga orden a esto?
“Sí”.
—¿Le va a molestar al magisterio?
“Yo creo que al revés. Estamos considerando que en este convenio se considere la medicina familiar, rehabilitación. especialidades, hospitalización, urgencias, estudios de gabinete, medicina familiar… para que sea un buen servicio para quienes estén afiliados a este sistema”.
—¿El IMSS podría darles en tema de volumen atención a los maestros estatales?
“Dependiendo de las circunstancias”.
—¿Se lo han preguntado al IMSS?
“No tenemos todavía esa comunicación, queríamos primero que quedará especificado si la Ley de Austeridad lo iba a permitir o no”.
—¿Tienen estimado si estuvieran todos los maestros bajo el IMSS, al año cuánto se pudieran ahorrar en la modalidad donde no generan derecho de pensión?
“Tenemos un costo de 20 mil pesos por año, que serían como 45 millones de pesos. Es el servicio privado que se otorga. Son aproximadamente 30 mil pesos por año, hablamos de una diferencia de unos 20 millones de pesos, pero hay que recordar que los maestros aportan para recibir este servicio aproximadamente unos 12 millones de pesos”.
—Mi cálculo es 21.5 millones de pesos… si aportan 12, ¿nueve millones casi 10 se podrían ahorrar?
“Ese sería un cálculo aproximado”.
