¿Cómo se miden los sismos en el Volcán de Fuego de Colima?
El director del Centro de Estudios Vulcanológicos de la Universidad de Colima, Raúl Arámbula, señaló que tan sólo el jueves de la semana pasada se presentaron 170 sismos dentro del Volcán de Colima, por lo que se reunieron con las Unidades Estatales de Protección Civil de Colima y Jalisco, al considerar que esta nueva actividad podría preceder a un periodo eruptivo.
El investigador señaló que este incremento en la actividad sísmica fue notado desde hace dos semanas, pero en ese entonces no concluyeron que algo más pudiera pasar.
“La semana pasada a partir del martes miércoles empiezan a ocurrir otra vez estos eventos, pero empiezan a aumentar en número y en tamaño y el jueves tenemos la primera reunión con las autoridades de Protección Civil de Colima y de Jalisco, y se menciona que el volcán ya está en un proceso que al parecer va a desencadenar en una nueva erupción, en un nuevo periodo eruptivo”, dijo este lunes a Miguel Ángel Vargas de EstaciónPacífico.com.
El viernes de esa semana, abundó Arámbula, se registraron 60 sismos, el sábado cerca de 20, el domingo entre 20 y 25, mientras que por la mañana de este lunes, ya tenían contabilizados 15.
El académico agregó que en los últimos dos años se ha registrado un promedio de alrededor de dos o tres sismos diarios en el interior del volcán, los cuales fueron de muy baja magnitud y no se perciben sin el equipo de medición.
El experto explicó que desde la última explosión grande del volcán, en febrero de 2017, este se había mantenido en calma, pero que en enero de 2019 empezaron a observar ligeros incrementos en su actividad.
Arámbula destacó que esta actividad no se relaciona con la de ningún otro volcán, al explicar que cada uno tiene sus formas de manifestarse. Como ejemplo, mencionó el Popocatépetl, ubicado en el centro del país, que da señales distintas antes de entrar en un periodo eruptivo, además de que no se puede saber la magnitud de la fase eruptiva que viene.
¿Cómo se miden los sismos?
El director del Centro de Estudios Vulcanológicos detalló que cuentan con estaciones en las que instalan sismómetros, los cuales se entierran a un metro o dos dentro del suelo para que otros factores, como el viento, no generen ruido a la medición.
“Hay que recordar que cuando el magma asciende al final es masa y esa masa va rompiendo la roca a su alrededor y esto genera sismicidad, entonces lo que nosotros tenemos son estaciones sísmicas, sismómetros alrededor del edificio volcánico (…) el sismómetro es para medir la velocidad del terreno, nuestros sismómetros están enterrados alrededor de un metro dos metros, para evitar que el viento pueda generar ruido en el sismómetro”, abundó.
La más cercana, indicó Arámbula, se encuentra a 1.7 kilómetros del cráter y la más lejana a 10.