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#ElFaro Política

#ElFaro: Veto o no veto: la cuestión de Nacho / El caro caldo de los transportistas

 VETAR O NO VETAR  El jaloneo político por la reforma a Ley de Movilidad continúa vivo y no culminará hasta que no defina el gobernador Ignacio Peralta si vetará o no la mentada modificación, para lo cual tiene de plazo hasta este miércoles.

Los gremios de su partido, el PRI, le han exigido por distintas vías el veto, pero quizás cometieron el error de amagar con un paro de labores, pues el mandatario ha mostrado que si quieren jugar “fuercitas” con él, suele no dejarse convencer, ni mucho menos doblarse (como ejemplos: la comparecencia con el Congreso lleno de burócratas, el nombramiento en Ciapacov y un largo etcétera).

Morena a través de su coordinador, Vladimir Parra, y su vicecoordinador, Memo Toscano, se sentaron en la mesa de negociación y pidieron que el gobernador no implementara la decisión que tome antes de la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador, programada para este martes a las 3 de la tarde. Buscan que el mandatario federal elogie la reforma y que, con ello, fuera más caro para el gobernador vetar algo bien visto por “el preciso”.

Veremos qué pasa en Colima con este tema, cuando el titular del Ejecutivo federal tome su avión de regreso a Palacio Nacional. La opinión pública de la ciudadanía en general o los gremios tricolores, parece ser ésa la disyuntiva.

 MÁS CARO EL CALDO  Algunos creen que lo que los impulsores del veto en realidad buscan es generar de nuevo inestabilidad política en el Legislativo local, con eso de que ‘a río revuelto, ganancia de pescador (de diputados)’.

Pero quizás lo que no se ha contemplado es que, si se procede con el veto, pueden hacer que los diputados locales decidan echarle un ojo más detallado a la ley, e iniciar procedimiento legales para que muchas cosas que hoy no cumplen concesionarios y Ejecutivo estatal comiencen a cumplirse. La creación del fideicomiso, del fondo de movilidad y del fondo de contingencia podrían ser tres puntos para comenzar que, esos sí, tengan un impacto financiero, más sencillito de calcular y más inmediato para los concesionarios.

No vayan ser que los que hoy andan revisando la ley por todo lo que de ella no les gusta, terminen diciendo: “mejor ahí muere, era broma”. Puede salirles más caro el caldo que las albóndigas.

 LOS TEMAS OBVIOS  Con la peje-visita a Colima, la segunda como presidente de México, localmente se espera que haya pronunciamientos sobre la situación de seguridad y la estrategia para Colima —mencionar al joven Germán sería un gesto sensible—, en específico sobre cuántos elementos y cuándo llegarían de la Guardia Nacional.

Por otro lado, el presidente podría echarles la mano a los diputados locales morenistas, aunque la verdad es difícil que se deje imponer un tema y, mucho más que se deje convencer de algo que puede verse como un mero jaloneo político-partidista, que al cabo él es presidente de todos los mexicanos.

Por último, más allá de los cortes de caja sobre las becas y demás programas sociales, se espera que anuncie obras o decisiones específicas de importancia para los colimenses… pero sobre ello, miente quien asegure tener certeza de la información que el mandatario federal dará a conocer.

 EL CJNG Y COLIMA  Preocupantes noticias relacionadas con el crimen organizado llegaron recientemente a Colima desde la Ciudad de México. Tras la aprehensión del supuesto líder en la capital de la República del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), Aldo Azcona «El Enano», medios nacionales refirieron reportes de que éste buscaba enviar un grupo de sicarios a Manzanillo para “fortalecer su presencia”.

Esta hipotética (y esperemos que sólo eso: hipotética) intención pone más rojos los ‘focos rojos’ sobre una plaza de la que de manera cotidiana llegan reportes de homicidios y recientemente incluso de fosas clandestinas. La situación está tan descompuesta en el puerto colimense que en algunos casos ya alcanza niveles de terror contra inocentes como es el caso del mencionado joven Germán.

Este lunes, el periodista Héctor de Mauleón publicó en su columna en El Universal que los elementos que “monitoreaban” los teléfonos de dos bandas locales dieron con el número del jefe de plaza del temible cártel en Colima, a quien identifica con el apodo de El Lobito. El periodista apuntó que Azcona “reportaba directamente al Lobito, y que este rendía cuentas a un yerno del Mencho“, este último señalado como líder máximo del CJNG.

Si por un lado parece alentador que las autoridades sigan de cerca la pista a individuos que generan violencia, por otro también parece que si estas operaciones no se realizan con suficiente cuidado y si no se mantiene la atención requerida ante las posibles consecuencias, se pueden desatar los ‘demonios’.

 CRÓNICA DE UNA FARSA  Como dijera el clásico: ¿para qué tanto brinco, estando el suelo tan parejo? O, lo que es lo mismo, ¿para qué tanto drama de los diputados con el Premio Estatal de Periodismo si al final se lo iban a entregar a quienes fueron propuestos en principio?

La farsa se puede contar en tres actos: uno, el Pleno del Congreso rechaza el jueves pasado las propuestas de ganadores que les planteó el Consejo Ciudadano convocado para tales efectos; dos, los gremios de periodistas locales ‘pegan el grito en el cielo’ y de “autoritarios” e “ignorantes” no bajan a los diputados, y finalmente tres, el Legislativo finalmente siempre sí aprueba el dictamen en su sesión siguiente, este lunes.

Las citadas asociaciones de periodistas locales interpretaron que los diputados buscaban en particular evitar entregar el reconocimiento a un trabajo que mencionó supuestos actos de corrupción de una de los suyos. En la sesión en comento, la polémica pieza no fue mencionada, ya no digamos aclarado el caso de si hubo o no malos manejos ni mucho menos pruebas para comprobarlo, y el periodista a quien presuntamente se buscaba opacar apenas fue nombrado en una ocasión por el priista Rogelio Rueda. Tampoco hubo aclaración sobre por qué en cuestión de días varió el voto de algunos de los diputados, que finalmente permitió aprobar el acuerdo.

Paco Rodríguez, de la bancada del PAN, de plano propuso eliminar el Premio. Y tantán.

Sería difícil negar que el formato del Premio se podría mejorar o robustecer: la convocatoria, el Consejo y quizás hasta la retribución… pero los periodistas, más que pedir mejores aplausos, bien podríamos comenzar discutiendo cómo mejorar la chamba que hacemos para la sociedad colimense. Un poco de autocrítica no nos vendría nada mal.

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