#ElFaro | ¿Les importa tanto Derechos Humanos? / El PRI y sus 5 o 6 opciones

 ¿LES IMPORTA TANTO DERECHOS HUMANOS?  Tremenda bronca hay en el Congreso local por el nombramiento de quien presidirá la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Colima (CHDEC). Resulta que, aunque en comisiones fueron congruentes con sus decisiones previas y avalaron una terna compuesta por sólo tres mujeres —implementando una acción afirmativa de género—, algunos han buscado algún resquicio burocrático para aprovechar que el documento del dictamen tardó en ser firmado por algunos, para intentar tumbar la terna avalada y colar en una nueva terna a Roberto Ramírez, quien tiene a su favor una muy buena evaluación del comité ciudadano que acompaña el proceso, pero en contra sus nexos priistas y el ser hombre.

Al final, el Congreso perfectamente puede rechazar la terna por completo o hacer lo necesario para que ninguna de sus tres aspirantes logre la mayoría calificada necesaria; lo que no se vale, es que les tuerzan la mano a diputad@s para que se desdigan de lo que levantaron la mano y votaron, que firmaron las cédulas de votación y conformidad con el procesamiento de la sesión de las comisiones conjuntas.

Ya no se sabe si para los que esto buscan es tan importante la CDHEC, si ha sido tan efectivo el cabildeo del propio aspirante, las intervención de un regidor que ha ofrecido hacerla de tos a alguien que tiene al menos un voto en el Congreso o es más importante que el río se mantenga revuelto.

 EL PRI Y SUS CINCO O SEIS OPCIONES  Gran revuelo causó la declaración de Martín Flores que mencionó una quintilla de posibles candidatos priistas a la gubernatura de Colima: Walter Oldenbourg, Agustín Morales, Kike Rojas, Óscar Ávalos y Mely Romero… aunque se decantó por esta última.

Habría que decir que dejó fuera a otro que también se apellida Romero y que también quiere ser candidato, que es José Manuel Romero Coello.

Por otro lado, también habría que dejar claro que algunos de estos ‘suspirantes’ sí quisieran pero creen que el PRI no tiene ninguna opción de triunfo y prefieren no gastar el capital político que les queda; así que no sólo se trata de tener el cariño de la militancia priista o de tener el visto bueno de las cúpulas, sino también del cálculo político personal que se hace de si hay alguna posibilidad de triunfo o no; porque si se ven las encuestas y racionalmente el PRI observa una candidatura prácticamente perdida, pues se requiere una de tres opciones: o mucho amor por la camiseta, o mucha ingenuidad… o mucho deseo de buscar hacer algún ‘business’ electoral.

Y si se suma en la ecuación la desconfianza que en muchos priistas hay de que el “primer priista del estado” en realidad apoye al tricolor y no negocie su respaldo a la alternancia, pues no se trata de quién tendrá los méritos para ser el o la candidata tricolor, sino de si la candidatura reúne las características para que alguien con cierto prestigio político la pueda querer.

 

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