Falta de empatía e inacción, las quejas de colectivo contra comisionada de Búsqueda
La presidenta de la Red Desaparecidos en Colima, Carmen Sepúlveda, compartió algunas de las razones por las que el colectivo —conformado por familiares de personas víctimas de desaparición— busca la destitución de la comisionada de Búsqueda, Rosa Evelia Pérez Valdivia, entre las que destacó una falta de empatía e inacción.
De acuerdo con Sepúlveda, la funcionaria estatal no les ha brindado su apoyo al momento de gestionar y coordinar búsquedas de campo, les ha respondido con negativas a problemáticas que le han manifestado y ha habido problemas de comunicación constantes.
“La falta de empatía, la falta de ganas de trabajar, la falta de coraje, de estar con las víctimas, le faltan (a Pérez Valdivia) muchas ganas, de verdad, muchas, muchas ganas”, dijo vía telefónica a Miguel Ángel Vargas de EstaciónPacífico.com en Súper 98.9 FM.
La representante del colectivo agregó que una de las situaciones que más les lastiman respecto al actuar de Pérez Valdivia, es que no contribuya para realizar acciones de búsqueda inmediatas para dar con el paradero de las personas con reporte de desaparición.
“No hace las búsquedas inmediatas, es una de las partes que más nos interesa, que haga las búsquedas inmediatas, que coordine búsquedas, porque en los dos años que lleva hasta el día de hoy, una sola búsqueda no ha coordinado”, detalló.
A continuación te presentamos los elementos más relevantes de esa conversación.
—¿En qué no se sienten respaldados por la comisionada estatal de Búsqueda?
“No nos sentimos respaldados por ella porque no hace sus funciones, no coordina búsquedas, no apoya en su totalidad a las víctimas, no hace las búsquedas inmediatas, es una de las partes que más nos interesa, que haga las búsquedas inmediatas, que coordine búsquedas, porque en los dos años que lleva hasta el día de hoy, una búsqueda no ha coordinado”.
—¿Entonces qué perciben ustedes que hace
“Ella dice que va tramitando, dice que tiene mucho trabajo, precisamente coordinando; no sé qué coordine, porque búsquedas no, búsquedas en vida, tampoco. Las búsquedas en vida que nosotros hemos hecho, ir a los Ceresos, ir a Jalisco, ella no las coordina”.
“Sinceramente lo que hace es acompañar, porque sí nos ha acompañado, no puedo decir que no, las pruebas están, como dice ella; pero para hacer eso es porque nosotros ya metimos un oficio pidiéndole que nos acompañe, pidiéndole al secretario que nos apoyen con la camioneta, con la gasolina, pero que de ella salga ‘vamos a hacer esto’, jamás”.
“Hay oficios que nosotros hacemos pidiéndole las cosas. Así como fue la búsqueda en Jalisco, no es que ella lo haya hecho, es porque nosotros estuvimos pidiendo. Sí nos acompañó, pero no tramitó nada. Claro que nos acompañó, porque va la camioneta de la Comisión, de la cual ella misma nos ha dicho que no tenemos derecho a estarnos paseando, porque para ella lo que nosotros hacemos es un paseo, y ella se debe de acordar bien cuándo y en qué momento nos lo dijo”.
—¿Cómo hacen para coordinar búsquedas en este esfuerzo por encontrar a sus seres queridos?
“En la página que se tiene en Facebook recibimos llamadas anónimas, se reciben mensajes anónimos. La ocasión de la última fosa fue un mensaje por Facebook que nosotros recibimos; nosotros fuimos al predio y no vimos nada. A los tres o cuatro días nos habla por teléfono una persona que nos dice ‘necesito dar información de un lugar donde hay entierros’. Ahí dijimos que ya habíamos ido y no hubo nada”.
“Entonces, sí hay (cuerpos), vas a escarbar metro y medio de escombro, después llega la tierra y después te encuentras los restos. Es muy difícil para nosotros, pero alguien tiene que buscar a los desaparecidos. Así es como nosotros encontramos, por rumores, y otra parte también por las investigaciones de la Fiscalía; si ellos encuentran algún indicio donde hay alguna fosa, entonces nos dicen ‘señoras, hay búsqueda, nos vemos aquí a tal hora’, y vámonos. Nunca nos dicen a dónde vamos antes, en el momento en el que llegamos a la Fiscalía y nos estamos preparando para la partida es cuando nos dicen (…) por protección misma de nosotros”.
—En estas búsquedas en Tonila y alrededores… entiendo que en su esfuerzo empiezan a conocer mucho de cómo operan los grupos criminales y empiezan a conocer de ubicaciones. Cuéntame de estas búsquedas.
“Estas búsquedas se hacen en Tonila y se piden por muchas de las carpetas de investigación de aquí, de Colima; la carpeta de investigación de algunas jóvenes que han desaparecido terminan en las colindancias de Colima y Jalisco, por lo que Colima ya no tiene jurisdicción y pedimos la colaboración a Jalisco”.
“Las mismas víctimas mandan la ultima ubicación a familiares y de ahí parte la investigación para allá. Otras personas, por lo mismo de las carpetas de investigación, hay detenidos que dicen ‘lo último que supe fue que se los llevaron a Tonila, a Ciudad Guzmán’; o en las mismas llamadas, en su ubicación en el teléfono aparecen en Tonila, en Ciudad Guzmán, en Zapotiltic, en San Marcos”.
—Trabajando con todas estas incertidumbres, me imagino que necesitarían de una persona que tuviera empatía de lo que esto significa para ustedes. ¿Ese es el principal defecto que encuentran en la comisionada? ¿La falta de empatía hacia lo que ustedes viven?
“La falta de empatía, la falta de ganas de trabajar, la falta de coraje, de estar con las víctimas, le faltan muchas ganas, de verdad, muchas, muchas ganas. Para la búsqueda de Tonila la señora dice que ya no había dinero porque estábamos a fin de año. Mandan dos personas (la Comisión Nacional de Búsqueda) pero para el hotel y la comida no se tenía dinero; a ella ya se le había comentado que si nos podía apoyar en este aspecto para la comida y el hospedaje de estas dos personas. Ella nos dice que no hay de donde (…) nosotros con la preocupación de que se hiciera la búsqueda como fuera, empezamos a hablarle al secretario (General de Gobierno), al fiscal de búsqueda (Fernando Vega Alcaraz), empezamos a movernos, a preguntar”.
“En eso estábamos cuando manda un mensaje el licenciado Fernando Vega Alcaraz, y dice que de la comida y el hospedaje de las dos personas se encarga Fiscalía del Estado por una semana. Ella no pudo tramitar… si ella está en una dependencia, estuvo en Derechos Humanos, yo pienso que puede tener conectes, buscar la forma. Ella no la busca, sus funciones son cuadradas”.
“El día del Congreso (cuando la comisionada había sido citada a comparecer), todo el 2020 se nos dijo que no había dinero, que el estado no le había dado dinero, y en ese momento, cuando ella ya no quiso comparecer, ahí se dijo que sí había habido una partida, de la cual nosotros nunca supimos hasta ese día”.
—¿Qué es lo que están planteando? ¿Quieren la denuncia de la comisionada?
“Sí, así es. Ayer teníamos una reunión en Derechos Humanos, nosotros supimos que ella iba a comparecer también, aunque ya sabíamos que no, porque si no quiso hacerlo en el Congreso, muchísimo menos en Derechos Humanos (…) no fue. Lo único que hizo fue entregar un escrito, una hojita donde nosotros tenemos 10 días para contestarle a lo que ella escribió para nosotros”.
“Queremos su renuncia, aunque sabemos que como Colima es tan pequeño, alguien nos dijo ‘ni se desgasten, no la van a poder quitar, el gobierno la quiere ahí porque es un títere más de ellos’. Nosotros en su cara siempre le hemos dicho ‘licenciada, contra su persona no es nada, sabemos que es una persona de buenos sentimientos, pero para este trabajo le queda grande el saco, renuncie; que llegue otra persona que de veras sepa lo que tiene que hacer”.
—En esta serie de desencuentros, de conflictos con la comisionada, ¿hay alguna acción que reconocen que quizá se equivocaron? ¿Algo que pudiera ser interpretado como una agresión personal?
“Sí, sí la hay. Cuando se llevó a cabo la búsqueda en Tonila nosotros habíamos hecho el trabajo arduo buscando llevar a cabo esta búsqueda. Quince días antes se había hecho una reunión donde estuvo Fiscalía, CNB, ella y nosotros como colectivo, donde se iba a decir exactamente qué funciones se iban a hacer, qué personas iban a ir; se hizo una minuta donde se dijo que del colectivo nada más iban a ir cuatro personas porque era peligroso, porque no iba a haber quién nos estuviera cuidando”.
“Pasa el tiempo, se llega el día, el domingo yo le marco a la comisionada y le pregunto si puede el chofer pasar a la casa de la señora Blanca (secretaria de la Red) que es donde teníamos la hielera, las cosas y no teníamos cómo trasladarlas Ella nos dice que sí. Llega el chofer, llegamos al lugar; cuando llegamos al lugar yo me bajo de la camioneta y veo que está el nuevo colectivo, entonces yo me acerco con ella y le digo ‘a ver, licenciada, entonces ¿cómo está ahí? ¿Por qué viene el otro colectivo? Me dice ‘es que a mí no me diga nada, a mí me lo pidió la CNB’. Yo le digo ‘sí licenciada, pero yo le hablé ayer y no me dijo nada, y de ser así yo me hubiera quedado callada’. La Red no tiene nada en contra del otro colectivo. Yo se lo dije al otro colectivo, no es contra ellos, es la señora que no tiene comunicación”.
“Le grité que no era posible la falta de comunicación que ella tenía y le volví a decir que el cargo le quedaba grande. Sí, se lo dije enojada (…) Sí me excedí, esa fue la agresión verbal”.
—Habría que entender también la situación emocional que implica lo qye ustedes están encabezando. ¿Qué le dirías a las personas que no terminan de empatizar con la causa de ustedes y de darle la importancia que esto amerita?
“Yo les diría que estén con nosotros, que no vean lo que todo mundo dice cuando ponemos una denuncia por desaparición ’sabrá Dios en qué andaría su hijo, su hija’, porque no nada más los de clase baja desaparecen, desaparecen licenciados, doctores, gente del gobierno. Pienso que deberían de ser empáticos con el dolor de una madre. Deberían de ver lo que nosotros batallamos para sacar de las fosas los restos de nuestros desaparecidos, que hasta el momento no han sido los de nosotros, en mi caso no ha sido el de mi hijo, pero aún así son unas emociones tremendas”.
“Dices, ‘pobre muchacho, como lo hicieron, qué saña y qué coraje tienen hacia los jóvenes para dejarlos como los dejaron; despedazados, amordazados’… No saben. Lo que pasa en las noticias queda corto cuando los ves en vivo”.
“Quisiera hacerles saber que no nos victimicen, que se pongan en nuestro lugar como padres, como hermanos. Que no nos pongan en las páginas ‘si ya pasaron tres años ¿para que lo buscas? no lo busques, señal de que ya está muerto’. Para una madre, aunque sea los restos los quiere uno ver, donde puedes ir a llorarle, saber ‘aquí están los restos de mi hijo, yo puedo llorarle cada que yo quiera’. Sin embargo ahorita ¿a dónde vas y les lloras? ¿Al lugar donde se los llevaron?”.
—Imagino que cuando surgen historias de gente que está retenida en contra de su voluntad en campamentos del crimen organizado les genera la esperanza de que pudiera ser una de estas historias, de encontrarlos con vida.
“Sí, es correcto, muchas veces empieza uno a decir ‘Dios mío, si mi hijo está muerto yo quisiera tener la paz y tranquilidad’. De pronto sale en las noticias que una mamá encontró a su hijo después de 20 años, y uno piensa ‘no pierdas las esperanzas, no pierdas la fe’. Eso es lo que hace que sigamos para adelante, porque lo voy a encontrar, yo voy a encontrar a mi hijo algún día; me lleve la vida, 10, 20 años, yo voy a estar buscando a mi hijo, y yo sé que todas las madres tenemos esa convicción, los vamos a encontrar”.