5 reflexiones de un pedagogo para un eventual regreso a clases presenciales
Ante un eventual regreso a clases presenciales en las escuelas del país luego de su suspensión por la pandemia de coronavirus (Covid-19), el especialista en pedagogía y docente de la Universidad de Colima (UdeC) Juan Carlos Yáñez compartió algunas reflexiones sobre qué tan importante resulta en este momento y cuáles son las implicaciones de volver a las aulas cuando prevalece la contingencia sanitaria, así como lo que trajo consigo la modalidad de educación a distancia.
El experto señaló que para volver a las clases presenciales primero se debe cuestionar por qué es necesario ese retorno a las aulas y en qué condiciones se haría; comparte también otras reflexiones respecto a lo que mostró la educación en México con la estrategia “Aprende en casa”, la relación familia-escuela, la deserción escolar y el involucramiento de las autoridades educativas.
1. ¿Por qué volver a clases presenciales?
Yáñez manifestó que antes de determinar el regreso presencial a clases, primero debe haber un cuestionamiento sobre por qué se tiene que volver a las aulas, es decir, si se retornará con el programa que se tenía antes de la pandemia o el que surgió a distancia, así como definir si este ciclo escolar que está en curso se utilizará para planear el próximo.
“Ante la insistencia del presidente de la República de que hay que volver a las aulas antes de que termine el ciclo escolar, esto es antes del 9 de julio, la pregunta parece intrascendente, pero es una pregunta muy importante: ¿a qué van a volver los niños y maestros a la escuela? Porque podrían volver como si no hubiera pasado nada o volver a retomar el programa que están llevando en cada caso dentro de la estrategia esta de educación ‘Aprende en casa’”, dijo vía telefónica a Miguel Ángel Vargas de EstaciónPacífico.com en Súper 98.9 FM.
“O podrían volver para hacer una evaluación de lo sucedido en estos meses, en este año, y planear la articulación de este ciclo escolar con el próximo ciclo escolar, que es lo que están haciendo en algunos países, o volver y que cada quien haga lo que Dios le dicte, esta instrucción. Esta decisión es muy importante y yo no veo todavía claridad de a qué van a volver. La primera pregunta es ¿A qué van a volver?, porque de eso se desprende el contenido de lo que ocurra cuando vuelvan los niños y los maestros a la escuela”, agregó.
2. ¿En qué condiciones se haría el regreso?
Otra reflexión que se debe hacer, de acuerdo con el especialista, es contemplar en qué condiciones se originaría el regreso presencial, es decir, cuál será el estado de las escuelas, pues aseguró que existen planteles educativos en el país que no tienen agua para garantizar el lavado frecuente de manos; de igual forma, se tiene que considerar qué personal se encargará de los filtros sanitarios.
“El otro territorio que se abre es: ¿a qué escuela van a volver los niños? Las decisiones que ha comunicado el gobierno federal, a cuenta de gotas, dicen por ejemplo que tiene que haber mínimos en las escuelas para que sea posible el regreso, que sea posible y seguro el regreso; entonces habla por ejemplo de agua y jabón cuando hay 45 mil escuelas que no tienen agua en el país, de las 260 mil escuelas en números cerrados, 45 mil no tienen agua”, refirió.
“¿Quién le va a tomar la temperatura a los estudiantes como dicen los protocolos? ¿Con qué les van a tomar la temperatura? Porque no hay en las escuelas. ¿Quién va a desinfectar, cómo van a desinfectar, cómo van a desinfectar las mochilas y los útiles escolares como dice el protocolo, el gel antibacterial, cómo van a proteger a los docentes de situaciones de riesgo, y cómo van a darles apoyo emocional a docentes y estudiantes? Son algunas de las preguntas que a mí me siguen quedando sin respuestas”, se cuestionó.
3. Familia y escuela, alidas en educación a distancia
El especialista en pedagogía destacó que la educación a distancia permitió identificar que la escuela y la familia tienen que trabajar juntas en la educación de los niños y niñas, ya que, resaltó, la participación de las madres de familia fue importante para que se realizaran ciertas actividades durante las clases virtuales.
“Nos dimos cuenta de algo muy importante, no sé si todo mundo, pero muchos nos dimos cuenta que a los planes de estudio les sobraban contenidos y les faltaba vida, y me parece que con la pandemia esto queda más claro que antes. ¿Qué otras posibilidades hemos visto en estos meses, en este periodo? Unas que para mí podrían significar un punto y aparte en la historia del sistema educativo nacional: que la familia y la escuela tienen que trabajar juntas, que son dos instituciones que no pueden estar de espaldas una con la otra. La encuesta del Inegi lo reconoce, las familias, especialmente las mujeres, fueron un aliado, especialmente con los niños más pequeños”, refirió.
4. Desigualdad entre alumnos
Por otra parte, la pandemia también mostró la desigualdad económica que existe entre estudiantes, consideró Yáñez, por lo que los gobiernos deben analizar si los programas de becas resultaron de utilidad ante los problemas financieros de las familias durante la emergencia sanitaria, pues hay alumnos que no regresaron a las escuelas por la falta de recursos.
“Entonces esta es una de las realidades más lacerantes, como tú dices, a mí me parece que el gobierno federal y los estatales tendrían que ponerse en serio a estudiar lo que está sucediendo con la pandemia. Estos millones de muchachos, especialmente de secundaria y media superior que no regresaron a las escuelas, ponen en tela de juicio los programas de becas porque reflejan lo que ya sabíamos también porque nos lo había dicho la investigación educativa: los programas de becas no resuelven el problema del abandono escolar”, mencionó.
“Hay una investigación también muy conocida en México que indica analizando los datos si no revirtieron el problema del abandono puede ser que lo hayan amortiguado, puede ser, pero tendrían que llevarnos a revisar la pertinencia de este tipo de políticas, porque con todo y eso, la cantidad de jóvenes que se quedan fuera de la escuela es enorme”, abundó.
5.Evaluar a fondo el sistema de educación
Yáñez destacó que tras el paso de las clases presenciales a las virtuales es necesario evaluar el sistema educativo, particularmente los plantes de estudio, la relación de los docentes con la tecnología y la elaboración de materiales de acuerdo a las condiciones que se presenten, lo cual no se va a desarrollar desde la Secretaría de Educación Pública (SEP), sino que se necesita la participación de otras instancias.
“Me parece que se tienen que revisar a fondo las políticas, la elaboración de materiales, los planes de estudio, la formación de los profesores, la relación de los profesores con la tecnología y la dimensión multidimensional que tiene la educación, la educación no va a resolver los problemas sólo desde la Secretaría de Educación Pública, sino es el cruce de las distintas esferas que toman decisiones, en este caso que hablamos de becas, pues las otras instancias que tienen que ver con esta cuestión. A mí me parece también que eso sería muy interesante verlo también aquí en Colima”, dijo.