Unidad móvil del ICM busca atender violencia de género ‘escondida’ en zonas rurales de Colima
El Instituto Colimense de las Mujeres (ICM) buscará atender a mujeres víctimas de violencia de género en zonas rurales de los diez municipios del estado en diez días a través de una unidad móvil.
La directora de la referida dependencia estatal, Mariana Martínez, explicó que dicha unidad cuenta con una oficina de psicología y otra jurídica; tiene servicio para que las mujeres que viven situaciones de violencia de género puedan presentar quejas, recibir información para posibles órdenes de protección, denuncias, entre otros, y reciban atención y canalización con otras instituciones en caso de ser necesario.
“Esta unidad la estamos llevando a las comunidades rurales porque entendemos que las condiciones de violencia que viven las mujeres de comunidades rurales y las condiciones sociales en general de una comunidad rural impiden muchas veces que vengan a las ciudades en donde están los ministerios públicos, el Centro de Justicia (para las Mujeres), las unidades de atención (…) el municipio recibe la información y le tiene que dar seguimiento a las mujeres de las comunidades rurales, comenzamos en Zacualpan el día de ayer a las 5 de la tarde”, indicó Martínez en entrevista con Miguel Ángel Vargas de EstaciónPacífico.com, en Súper 98.9.
Martínez señaló que han trabajado en sensibilizar a las autoridades para que se acerquen a las mujeres que han detectado viven violencia, las asistan y las redirijan con las instituciones que van a acompañarlas durante todo el proceso.
“La psicóloga trabaja con ellas, les agenda citas en los centros más cercanos o hay que ir al centro más cercano a la comunidad a darle atención psicológica de manera posterior, y ahí se analiza qué necesidad tienen: una pensión alimenticia, un juicio, una controversia del orden familiar, una orden de protección, un desalojo (…) se le requiere la documentación y se canaliza al centro de atención más cercano, que es el centro que tiene que dar atención ya detectada la señora”, señaló.
Agregó que la naturalización de la violencia de género en las comunidades rurales es más alta que en las zonas urbana, pero que se registran más denuncias en las ciudades, por lo que buscan acercarse a liderazgos que detectan esos casos y generan confianza para que busquen ayuda a través de la unidad móvil.
“En un diagnóstico que hicimos en una entrevista con las directoras ya nos dijeron ‘vienen de esta comunidad o de esta, pero preguntan y se van’ y es que eso es una necesidad de atención que ya te plantearon pero tal vez no les satisface que tengan que regresar siete veces al Ministerio Público, que tengan que ir cinco veces a un juzgado, que tengan que ir a la defensoría de oficio diez, quince veces, entonces la diferencia está en sacar la oficina de un espacio físico y llevarla a la comunidad (…) activamos al municipio y a los centros que tenemos en los municipios para que hagan la labor de seguimiento dentro de las comunidades rurales con el apoyo de las juntas municipales o con el apoyo de presidentes o presidentas de colonia”, dijo.
Pero además de la normalización que hay respecto al tema de violencia de género, indicó que la idea de un centro móvil es apoyar a los centros fijos que tiene el ICM, donde no se dan abasto, indicó.
“Nada más tenemos Colima, Villa de Álvarez y Comala, dos centros por municipio, es complejo que las profesionistas vayan porque las necesidades de atención de Comala centro son bastantes y en Suchitlán también son bastantes, y en Cofradía de Suchitlán el personal está saturado, entonces entre eso, entre la capacidad instalada que está al tope del centro de atención, y entre la naturalización de la violencia, hace un cúmulo de factores que impide que mujeres estén accediendo a mecanismos de justicia, de seguridad, pero sobre todo los mecanismos de protección inmediato”, concluyó.