Mojigangos: una tradición adoptada por los villalvarenses
Lo que un día fue utilizado por los españoles como un elemento para ridiculizar a algunas autoridades, hoy en día se ha convertido en una de las más grandes tradiciones del municipio de Villa de Álvarez.
Los Mojigangos de “la Villa”, han sido, por generaciones, una manera de homenajear a personas distinguidas de la vida social, cultural y política de este municipio.
Entrevistada por Estación Pacífico, Esther Gutiérrez Andrade, presidenta de Villa de Álvarez, dio a conocer que la selección de estos personajes se realiza con ayuda de la ciudadanía que, cada año, envía propuestas de las personas que podrían ser representados en los Mojigangos.
“Hay muchas familias que quieren ver reflejado a su mamá, papá o abuelito en este evento tan importante de Festejos Charrotaurinos, en ocasiones hemos recibido hasta 12 solicitudes, no podemos cumplir con todas, solamente son dos los Mojigangos, y ahí es donde iniciamos un trabajo de selección”.
La decisión de los personajes que son representados en estas artesanías hechas a base de carrizos y otate, dijo, se logra con la evaluación de distintos aspectos de pertenencia al municipio.
“Es una tradición muy grande para nosotros, pero sobre todo es un reconocimiento a esos personajes que viven precisamente en nuestro municipio y que se destacan por su actuar, por hacer algunas obras sociales importantes y además son personajes muy queridos por la población”.
¿Cómo se elaboran?
De diciembre a febrero, estas artesanías de poco más de tres metros de altura y peso de hasta cuarenta kilos, son realizadas por Maria Estela Torres y Alfonso Cabrera Macedo, quienes se encargan de crear la ropa y la estructura de las figuras, respectivamente.
“Han pasado 19 años desde la primera vez que me los encargaron, al día de hoy, se ha convertido en algo muy bonito y esperado por la familia, formamos un equipo junto con mis hijos, ellos no viven aquí, pero la hechura de los Mojigangos coinciden con las vacaciones y todos participamos de alguna forma; esposa, hijos y sobrinos, la hechura de los Mojigangos es una de las actividades que unen a la familia”, refirió Alfonso Cabrera Macedo, arquitecto a cargo de la estructura y cabeza de los homenajeados.
La fabricación de las cabezas de los Mojigangos, detalla, llega a tomarle hasta dos meses; su hechura, específica, sólo consta de tres elementos: papel, engrudo y pintura.
“Los Mojigangos son una tradición muy bonita adoptada de los europeos, personas de todas las edades se sienten muy unidas a los Festejos Charrotaurinos y por supuesto, a los Mojigangos, muchos niños van a las cabalgatas sólo para verlo y para nosotros es algo muy especial”.
Para la elaboración de ambos Mojigangos, el Ayuntamiento destina cerca de 50 mil pesos.
Los bailadores
Cesar Gaytán Colín, director del Instituto de Festejos Charrotaurinos, refirió que además de la selección de personajes y la elaboración de los Mojigangos, otro aspecto importante en esta tradición son las personas encargadas de portarlos.
“Los bailadores de Mojigangos vienen por herencia y tradición, necesitan tener mucha habilidad para poderlos cargar, y sobre todo para poder bailar con ellos, tenemos dos equipos para ello y cada uno está conformado por cuatro personas”.
Uno de los equipos es liderado por Rigoberto Ramírez “El Pato”, el segundo de ellos por Gerardo López Rosas “El Pasado”, ambos son responsables de capacitar a los bailadores para poder cargar a los Mojigangos.
“Entrar a la estructura y poder moverlos es todo un reto, es un trayecto muy largo, pero lo hacen con mucho cariño y amor a la tradición, a “El Pasado” lo enseñó un hermano, a “El Pato” su tío, ellos mismos han hecho de esto una tradición familiar”.
Los Mojigangos que serán develados durante la cabalgata nocturna del próximo 10 de febrero de 2023, observó, fueron elaborados para la edición pasada, misma que fue suspendida tras la contingencia de Covid-19.