La Profepa clausura la obra del Puente Tepalcates; Pinfra la responsabiliza si cae
Luego de que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) clausuró la construcción del nuevo puente Tepalcates, ubicado sobre la laguna de Cuyutlán en la autopista a Manzanillo, la constructora Pinfra responsabilizó a dicha dependencia en caso de que colapse la conexión actualmente en operación, como ya ocurrió hace 15 años.
La compañía —concesionaria de la carretera Armería-Manzanillo— indicó que funcionarios federales realizaron una serie de irregularidades, entre las que destacó la omisión de una impugnación que habían levantado ante la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), e insistió en que la obra “es urgente y necesaria“.
“Las irregulares en las actuaciones de la Profepa hacen legal y moralmente responsables a los funcionarios de esta dependencia y al Gobierno del estado de Colima respecto cualquier daño material y humano en el supuesto de que la actual estructura del Puente Tepalcates II colapse”, indicó Pinfra en un comunicado, en el que también señala a líderes de pescadores de la zona, a quienes acusa de bloquear los trabajos.
La Profepa efectuó la medida de clausura temporal a la totalidad de la obra el pasado viernes con ayuda de la Gendarmería de la Policía Federal. La dependencia federal señaló en un comunicado que si la empresa llegara a incumplir con estos términos, presentarán una querella ante la Procuraduría General de la República (PGR) por delitos ambientales.
“Lo anterior en cumplimiento al emplazamiento que ordenó dicha medida de seguridad (Clausura Temporal Total) y de conformidad con el artículo 170 fracción I de la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente”, añade.
Pinfra y Profepa mantienen diferencias por la construcción del referido puente. Uno de los argumentos de Pinfra para la realización de esa obra es que la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) ha calificado como “urgente” la edificación de un nuevo puente, a causa de las afectaciones en la estructura actual, que colapsó parcialmente en 2003.
La empresa expuso el 9 de noviembre el sustento legal y técnico para esta edificación, a lo cual la Profepa ordenó desde el 13 de noviembre suspensión de la construcción por considerar que requiere de una Manifestación de Impacto Ambiental al no atender a una “situación de emergencia”.
La obra está contemplada en el título de concesión de la autopista que conecta a la capital del estado con el Puerto de Manzanillo, cuya ampliación hasta 2050 está bajo revisión legal.