¿Logró ‘Escudo Titán’ reducir la violencia en Colima, Manzanillo y Tecomán?
Durante la aplicación del operativo “Escudo Titán”, entre febrero y noviembre pasado, se contuvo el número de homicidios en Colima, Manzanillo y Tecomán, los tres municipios de la entidad incluidos en esta estrategia de seguridad, aunque las estadísticas muestran que no ocurrió lo mismo en otros delitos definidos como prioritarios por las autoridades federales.
Los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) detallan que el número de carpetas de investigación por homicidio doloso en la capital pasó de 94 a 56, al comparar el periodo comprendido entre febrero y noviembre de 2017 y 2018, lo que significa una reducción de 40.4%.
En el caso de en Tecomán, la diminución fue de 3.5%, al pasar de 172 a 166, mientras que en Manzanillo se mantuvo sin cambios, con 179 en ambos periodos.
Otros delitos en los que se enfocó la estrategia de la Secretaría de Gobernación (Segob) presentaron resultados mixtos. Tal es el caso de la extorsión, la violencia familiar, el narcomenudeo y el robo.
La puesta en marcha de este operativo inició el 29 de enero de 2018. El entonces titular de la Segob, Alfonso Navarrete, y el comisionado Nacional de Seguridad, Renatos Sales, salían periódicamente a presentar balances sobre la incidencia delictiva de los 11 municipios incluidos en la estrategia, así como las detenciones logradas y los decomisos realizados. Las reducciones en el número de delitos “relacionados con la delincuencia organizada” fue la constante que resaltaron.
¿Falló la estrategia?
El director del Observatorio Nacional Ciudadano (ONC), Francisco Rivas, consideró que ‘Escudo Titán’ fue un operativo enfocado principalmente a disminuir los asesinato, pero sin sustento en inteligencia o datos, lo cual lo volvió ineficiente para atacar el problema de la inseguridad donde fue aplicado.
El experto agregó que la estrategia careció de elementos que pudieran probar las disminuciones que presumían las autoridades. Otra falla, dijo, fue enfocarse principalmente en la reducción de homicidios sin considerar resolver los delitos que derivan en éste, como la extorsión o el secuestro.
“‘Escudo Titán’ fue pensado para atender temas del homicidio, lo que también es un error, porque el homicidio por sí mismo no es un delito, es un delito relacionado con otra situación (…) el homicidio obedece a otras formas de delincuencia. Para poder combatir el homicidio, necesitas resolver otras formas de incidencia delictiva y delincuencia, pero el programa no estaba pensado ni programado para eso”, abundó en entrevista telefónica con EstaciónPacífico.com.
Rivas afirmó que este tipo de estrategias focalizadas no resuelven los problemas de violencia e inseguridad, menos aún si no se establecen indicadores para evaluarlo, por lo que consideró que fue ineficiente.
“Los indicadores siempre fueron sumamente laxos y poco claros porque lo que decían es que iban a resolver la presencia de delincuencia organizada ¿Cómo mides eso? (…) Son los elementos que nunca pudo resolver la Secretaría de Gobernación y que hicieron del programa ‘Escudo Titán’ un programa cuando menos ineficiente, no puedo decir que no haya servido para nada”, abundó.
“Se ha demostrado que ese tipo de operativos por sí mismos no funcionan. Eventualmente podrían resolver una situación álgida de violencia, pero no resuelven la problemática, y peor aún cuando recién lanzado el operativo, el secretario de Gobernación, Navarrete Prida, ya estaba autofelicitándose diciendo que ya estaban bajando los índices, cuando no había ningún elemento que lo pudiese probar”, agregó el director del ONC.
El gobernador Ignacio Peralta planteó que es necesario que, ante la suspensión de los operativos de la administración federal con la llegada del presidente Andrés Manuel López Obrador, se implementen medidas de seguridad en coordinación entre ambos órdenes de gobierno; de lo contrario, advirtió, implicaría un mayor esfuerzo.
“Llegamos a tener entre 500 y 600 elementos de la Policía Federal, particularmente de la Gendarmería, y con la suspensión de estos operativos se reduce la presencia de efectivos en materia de seguridad por parte del Gobierno de México y eso nos obliga a hacer un esfuerzo adicional”, dijo a medios el lunes pasado.
Extorsión, el delito que más creció
Entre febrero y noviembre de 2018, los casos de extorsión en los tres municipios colimenses aumentaron en los 10 meses que se aplicó el operativo.
En Colima capital fue donde se registró el mayor aumento, al pasar de tres casos en el referido periodo de 2017 a 16, una diferencia del 433.3%. En Tecomán, el crecimiento fue del 400%, al pasar de uno a cinco. En Manzanillo, los reportes pasaron de seis a 19, lo que representa un incremento del 216.7%.
Entre los delitos que también tuvieron un incremento en estos municipios está el secuestro; en el periodo de referencia fue de nueve casos, cuatro de ellos en Manzanillo, donde no se habían registrado ninguno en 2017. En Colima capital, se duplicaron, de uno a dos, y en Tecomán se triplicaron, de uno a tres.
Baja delictiva en Manzanillo
Fuera de los incrementos ya mencionados, Manzanillo tuvo una baja en los delitos de robo, robo a casa habitación, feminicidio, violencia familiar y narcomenudeo.
El número de robos en el municipio disminuyó 17.4% entre febrero y noviembre de 2018, pasando de mil 394 casos a mil 152. En los otros municipios hubo un incremento mínimo, de 1.5% en Tecomán y 0.4% en la capital.
El robo a casa habitación tuvo un decremento del 11.1% en Manzanillo, al pasar de 334 a 297 casos. Aunque en Tecomán también hubo una baja del 7.7%, en Colima se dio un incremento del 8.7%, registrando 738 delitos en los referidos 10 meses.
Colima era, hasta septiembre, el municipio con la mayor tasa de robos a casa habitación del país, con 456 delitos reportados por cada 100 mil habitantes. En segundo lugar aparecía Villa de Álvarez, con 383.1 casos.
En violencia familiar, Manzanillo volvió a ser el único de los tres que registró una disminución, al pasar de 560 casos a 498, un 11.1%. En Tecomán, el aumento fue del 13%, pasando de 208 a 235, y un 28.5% en la capital, pasando de 508 a 653.
Una situación similar ocurrió con el narcomenudeo. En el puerto diminuyó un 8.8%, al pasar de 194 a 177 reportes. En los otros municipios aumentó, un 29.1% en Colima y 37.2% en Tecomán.