Después de cambiar el acta, ¿qué trámites siguen para las personas transgénero?
Las personas transgénero en Colima ya pueden sacar su acta de nacimiento que coincida con el género con el que se identifican… pero una vez que la obtengan, aún les resta cambiar todos los papeles oficiales que hayan acumulado a lo largo de su vida.
El Congreso del Estado aprobó este miércoles reformar el Código Civil local para permitir que dicho cambio en el documento oficial fundamental de cualquier persona pueda solicitarse por medio de un simple trámite administrativo, de forma similar a como funciona en la Ciudad de México desde 2015.
Previo a esta reforma, y dado que allá se podía hacer el trámite, algunos colimenses transgénero acudieron a la capital de la República a obtener su acta, para posteriormente realizar algunos trámites allá y otros en el estado y completar la actualización de todos sus documentos.
Este es el caso de Bastian y de Laura, quienes sacaron sus nuevas actas en 2015 y 2017, y también coincidieron en tardar cerca de otros dos años para arreglar sus papeles. Ambas personas comentaron por separado que una de las principales causas es que no disponen del tiempo suficiente para visitar las dependencias, aunado a que ciertos trámites tardaron meses y a que algunos funcionarios no supieron qué hacer con sus solicitudes.
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Bastian, que se identifica como un hombre transgénero, salió de las oficinas centrales del registro civil de la Ciudad de México con su acta y, de regreso a Colima su primera parada fue el Instituto Nacional Electoral (INE). Señaló que los funcionarios no le negaron la atención, pero sí tuvieron que llamar a su sede principal para que les dijeran cómo proceder; al final, el trámite siguió sin problemas.
“Les expliqué, vieron el acuse, llamaron a la Ciudad de México para ver si era cierto, estuve como 10 minutos esperando, me preguntaron si traía testigos, les dije que sí y ya. Fue un peso menos porque creí que iba a durar muchísimo (…) no fue que no quisiera, fue algo que no sabían”, reconoció.
En segundo lugar, siguió Bastian, fue al Registro Civil del municipio de Colima, donde después de entregar el original de su comprobante de proceso, su acta original quedó resguardada, aunque no destruida como le habían informado en la Ciudad de México.
En la Secretaría de Educación Pública (SEP), explicó, se tardó alrededor de dos meses en emitir sus nuevos certificados de educación básica, pues le “daban largas”.
“Lo tardado fue que me decían que fuera tal día para revisar los papeles y luego no estaban, otro día y otro día, me estuvieron dando largas, nunca me dijeron que no se podía, simplemente que ese día no estaba, que ese día no estaba… duré muchísimo tiempo (…) tardé como dos o tres meses”, afirmó.
En la Universidad de Colima, Bastian tuvo que hacer el trámite ante las oficinas de Rectoría y aunque sabía que era factible el cambio por los antecedentes que conocía, debió esperar otro mes para obtener el certificado de bachillerato.
Para su licenciatura, señaló que el proceso de cambio de papeles se llevó a cabo en la Delegación de Coquimatlán, pues en ese entonces estudiaba Arquitectura en el campus de dicho municipio y fue ahí donde le dijeron que no sabían qué hacer y “muy a duras penas” logró obtener el cambio en sus registros.
“Mi problema fue en la Universidad de Colima, para bachillerato ahí sí me dieron muchas vueltas, muchísimas vueltas, se habló con Rectoría, se hicieron ‘pato’ un tiempo, les dije que ya había un expediente a nombre de X persona para que de ahí se basaran (…) tardé como otro mes, pero al final me lo dieron”, relató.
“Pero al pasarme a mi facultad en Coquimatlán fue otro show porque llevé todo y era como: es que aquí no sabemos qué hacer. En mi Facultad no había problema, en delegación era donde no me lo querían dar que porque no sabían nada, pese a que los administrativos de mi Facultad según habían hablado con Rectoría pero en Delegación no querían soltarlo porque no era válido y muy a duras penas porque estuvieron insistiendo me lo dieron”, añadió.
Su CURP y RFC, afirmó Bastian, se actualizaron solos.
Laura reconoce que ella no tuvo ninguna complicación para cambiar sus papeles una vez que llegó a Colima, y que los trámites fueron rápidos. El único inconveniente que tuvo, explicó, fue hace poco cuando quiso tramitar su pasaporte desde Nayarit, ya que le dijeron que al ser mayor de edad, su acta tendría que tener más de tres años de expedida, pero lo solucionó entregando los comprobantes de su cambio de identidad.
“Afortunadamente ya había antecedentes de otras personas en la misma situación de cambio de identidad de género, donde ya habían ido a la SEP o a la Universidad. Eso ayudó bastante para que yo no tuviera conflictos ni problemas en hacer esos trámites porque si yo hubiera sido la primera persona obviamente me hubiera tardado mucho más”, reconoció.
Laura dice que todo su proceso costó unos 10 mil pesos, incluido el viaje a la Ciudad de México, y los pagos que hizo por sus certificados, mientras que Bastian señala haber pagado unos 2 mil pesos por todo el proceso, y recuerda que las dependencias de gobierno no le cobraron por los nuevos certificados.
“No es carísimo, pero era dinero extra que tenía que pagar, que los certificados, que esto y aquello… y cada certificado costaba unos 300 pesos, entonces es primaria, secundaria, prepa (…) me llevó más o menos dos años (…) como unos 7 mil, 8 mil pesos si contemplo todo, desde los pasajes (…) lo manejo cerrado como 10 mil pesos”, dijo Laura.
Su opinión sobre la reforma
Laura recuerda que la lucha para que esto fuera una realidad en Colima inició hace ya varios años y considera que esta decisión va a obligar a la sociedad a abrirse más hacia la población transgénero y contribuirá en la conquista de sus derechos.
“Ayuda o contribuye de cierta forma para la aceptación de la realidad y la sociedad se tiene que abrir cada vez más y la obliga de cierta manera, porque el hecho de que tengas un respaldo jurídico y un documento que coincida con tu identidad hace que se reconozcan tus derechos y tiene que cambiar el trato que es lo más importante”, resaltó.
Bastian considera que la gente en Colima debe entender lo que es ser una persona transgénero para que el sector pueda seguir sumando apoyo.
“Yo espero que cambien las cosas, que funcione, para que ya no tengan que gastar más en ir, que sea algo tan fácil, tan accesible, pero primero necesitan cambiar las personas, entender, investigar, saber qué es todo esto, porque la gente necesita ese tipo de apoyo que no es algo tan sencillo, que no es que un día despiertas y dices ‘hoy me siento chico, me siento chica’. Estaría genial que la gente poco a poco entendiera, tal vez entendiendo pueden apoyar más fácil”, puntualizó.