#ElFaro: Efraín Angulo: las dudas clave / Nacho no se agüita por los abucheos
También recaen ya las responsabilidades en Gabriel Verduzco y en la Fiscalía General del Estado (FGE): le toca investigar, clarificar y castigar. Sin la protección estatal, el fiscal podría dejar de sentir esa carga o tentación de cuidar a quien fue funcionario, y aquí las preguntas que falta por resolver con contundencia son: uno, ¿quién es la víctima y por qué lo mataron?; dos, ¿quién o quiénes son los responsables?, y, tres, ¿si la presencia de menores de edad implicó algún delito?
El mandatario colimense no escatimó esfuerzos para dejar bien claro, frente al presidente de la República, que no se agüita aunque lo abucheen. No sólo plantó cara a los manifestantes en el mitin de este martes en Manzanillo, sino que también ofreció entrevistas a medios nacionales en los que hasta salió a relucir que el evento “nos costó” medio millón de pesos (no sabemos si incluyó el coco que se comió a pie de carretera en Tecomán, y del cual Andrés Manuel no le aceptó ni un cachito).
Nacho apuntó a que los enfadosos eran acarreados y “desconocidos de fuera” de Colima (¿a qué le recuerda?), porque en Colima “todos nos conocemos”, y que de los que sí conoce “mucha gente” se le acercó “casi pidiendo disculpas” porque les dieron la instrucción de gritarle, pero que al final le manifestaron que lo estimaban.
El ‘góber’ también celebró que cuando López Obrador preguntó a los asistentes quién sí y quién no respetaba al mandatario colimense, la gran mayoría se inclinó por respaldarlo. Nomás por salir de dudas, la próxima que el gobernador esté frente a una multitud de gente que sí sea de Colima, estaría divertido que les preguntara lo mismo.
En fin, el saldo es un gobernador en la primera línea de resistencia a los aguafiestas simpatizantes lopezobradoristas y que no son de Colima. ¡Vaya triunfo! Ojalá este temple de acero que mostró le ayude a gestionar y convencer a su oposición en el estado y a las autoridades federales en torno a todo lo que pretenderá emprender en los tres largos años que le quedan a su mandato.
Aún está por verse la manera en que las fuerzas federales, de la mano del secretario de Seguridad, Alfonso Durazo, implementarán esta estrategia, que desde que fue anunciada se manejó como un modelo de pacificación con énfasis en la protección a la ciudadanía y no en la confrontación hacia los grupos criminales ni operativos contra los capos de la delincuencia organizada.
Y aunque sería absurdo pedir resultados o transformaciones inmediatas, sí llaman la atención las más recientes medidas tomadas por el gobierno federal en la materia: el envío de elementos federales, militares y navales a zonas focalizadas, así como las acciones en Guanajuato para detener al presunto líder de un cártel vinculado con el huachicoleo, que desataron bloqueos carreteros en dicha entidad. Aunque se puede celebrar que se ponga un alto a actores generadores de violencia, cabe preguntarse en qué se diferencian este tipo de medidas de las implementadas en el periodo estigmatizado como “guerra contra el narco“.
Imagínese que Nacho Peralta se anima a escribir su propia versión de ‘Historia de dos ciudades’, con eso de que ha desarrollado su actividad política en Colima y en la Ciudad de México. O, ¿no le gustaría leer la reinterpretación parlamentaria de ‘Juventud en éxtasis’, por Vladimir Parra? A Indira Vizcaíno le quedaría tomar prestado a Xavier Velasco su ‘Puedo explicarlo todo’, con eso de que tiene que disipar mil y un dudas que dejan las decisiones del presidente López Obrador.
Jorge Luis Preciado podría compartir su conocimiento multidisciplinario e incursionar en el mundo de los manuales, pues en su experiencia laboral ha sido legislador, líder partidista, operador electoral, empresario hotelero, abogado, auditor, asesor financiero, migrante jornalero y —faltaba más— escritor. Del fiscal, Gabriel Verduzco, esperamos ‘Crimen y castigo’, en el que dé cuenta de cómo abatir la impunidad.
Lo difícil será decidirse por cuál leer primero.