#ElFaro: Violencia política en el Congreso / Adivinanza maestra
Es particularmente confuso cómo funciona la comunicación entre las variopintas ‘tribus’ en el interior de Morena. Por ejemplo, su excoordinadora parlamentaria, Jazmín García, quien a poco más de una semana de renunciar y declararse independiente pidió regresar pero no se le fue concedido ‘el pase de entrada’ de inmediato, y este miércoles se sentó en una curul ubicada… ¡en medio de los panistas! Y aún así se le otorgó la Presidencia de una comisión clave: la de Responsabilidades. Ya nadie entiende nada.
Ambas legisladoras, que da la casualidad que son parte de la sección 39 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), no sintieron ni tantita bronca en proponer que al profesorado pagado por el estado no se aplique la prohibición de recibir con recursos públicos seguros médicos privados (qué IMSS ni qué ISSSTE ni qué ocho cuartos), aunque puedan tener intereses en conflicto. A que no adivina quiénes son. (Pista: las dos estuvieron en la bancada de Morena; una ya no está y la otra no sabe si la dejarán volver).
Los llamados talleres son encabezados entre este miércoles y viernes por la Comisión Ciudadana de Planeación y Desarrollo de la Calzada Galván, conformada a iniciativa del gobernador Ignacio Peralta, según explicó para dar transparencia al proceso y procurar que se defina un espacio público útil a la sociedad y que deje conforme a la población.
Los integrantes de esta novedosa instancia descartaron que ya esté de antemano tomada la decisión sobre el futuro de los antiguos cuarteles militares, ante las voces ‘sospechosistas’ que señalan lo contrario. ¿La sociedad colimense les dará un voto de confianza? Por lo pronto, parece que ellos se están tomando con seriedad su chamba.
Nuevo capitán Luego de que Héctor Mora fue designado al frente de la API Manzanillo por el gobierno del presidente López Obrador, cuya narrativa principal de gobierno es el combate a la corrupción, vale la pena no olvidad los casos denunciados en semanas recientes de presunta corrupción en el Puerto, donde convergen intereses millonarios.
Ya se verá si el enviado federal y la alcaldesa Griselda Martínez —quien manifestó desconfianza hacia Mora por sus críticas hacia AMLO— logran hacer equipo en el Consejo de Administración para airear todo lo que se requiera para defender los intereses colectivos, o si se ahogarán en un mar de grilla.
¿De qué le estamos hablando? De ningún juego, de algo muy serio como es la asignación del presupuesto federal para Colima para obras, programas y participaciones. Entre las voces que escuchamos desde la Ciudad de México y las que suenan en el Complejo Administrativo, e incluso de parte de actores como la Universidad, nadie sabe y nadie supo qué onda con los recursos.
Urge que unos y otros se sienten a tomarse un café, dejar claras las cuentas y explicarlas a la sociedad. Es sugerencia.