Las razones de Pablo Gómez para ‘darles cuello’ a los institutos electorales estatales
El vicecoordinador de Morena en la Cámara de Diputados, Pablo Gómez, indicó que su planteamiento para desaparecer a los institutos locales electorales deriva de que, desde su perspectiva, éstos sólo trabajan cuando hay votaciones, y que estas funciones pueden ser asumidas y así ha sucedido por el Instituto Nacional Electoral (INE).
“No tiene sentido tener organismos permanentes con personal y una nómina, pero no sólo por el costo que no lo está pagando la Federación sino el estado, no tiene ningún sentido que un estado tenga unas oficinas de un personal que en un momento dado no hace nada. No tiene caso, cuando ya el INE de todas maneras organiza las elecciones en todo el país, ya está hasta el último rincón del país (…) Como las organiza ahora, tan confiable o tan poco confiable”, dijo este lunes a Miguel Ángel Vargas de EstaciónPacífico.com.
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El diputado federal recordó que el INE cuenta con personal en todo el país, y se refirió a que dentro de sus funciones está la posibilidad de atraer partes del proceso electoral, o incluso la organización de todo éste, como ocurrió con los pasados comicios extraordinarios en Puebla, e incluso la elección extraordinaria de Colima (2016).
“Tenemos 300 juntas distritales ejecutivas en todo el país, hay mayor representación mayor del INE que del gobierno federal. No hay 300 zonas militares, tienen más presencia que el Ejército. Es una cosa incomprensible. El diseño del Instituto fue una discusión muy cerrada, hicieron una gran estructura muy politizada, le dieron una majestad política impresionante, increíble, blablablá, que como única forma de tener comicios confiables… de todas maneras hubo fraude”, manifestó.
Gómez criticó que la pasada reforma electoral (2014) dejó el diseño institucional a medio camino para fortalecer al entonces IFE con mayores atribuciones por encima de los organismos públicos locales electorales (oples).
“La reforma electoral que se hizo en relación con desmontar las estructuras estatales electorales quedó mal, es una cosa absurda, porque quedó como a la mitad. Quien organiza la recepción del voto y la instalación de casillas siempre es el INE. Es una facultad que ya tiene permanente; además, puede tomar las que quiera, cuando quiera y como quiera, hasta llegar a hacer totalmente a un lado un organismo que está funcionando los tres años que va de una elección a otra, pero que se dedica nada más a hacer el cómputo de la elección. Trabajan 15 días”, abundó.
El legislador consideró que otra alternativa sería volver a asignar a los oples las facultades que tenían antes de dicha reforma, pero insistió en el planteamiento de reducir la burocracia electoral, incluidos los tribunales estatales en la materia.
“O los regresamos como estaban, que tampoco tiene mucho sentido, pues trabajan nada más seis meses cada tres años, es una cosa absurda, o los eliminamos. Eso también implica eliminar a los tribunales. No se trata de quitarles a los estados la capacidad de legislar, ellos seguirán legislando como hasta ahora, excepto los procedimientos electorales que ya existe una ley que abarca a todos (…) Absolutamente todo (lo resuelve el Tribunal Electoral federal). No tiene sentido tener unos tribunales que casi no hacen nada más que cuando vienen las elecciones. Son becarios”.
La semana pasada se realizó en la Cámara de Diputados un foro de análisis sobre una nueva reforma político-electoral, que contemplaría la revisión de varias propuestas, incluida la de desaparecer a los oples. Sobre esto, el presidente del INE, Lorenzo Córdova, se ha pronunciado en contra, y el presidente Andrés Manuel López Obrador ha cuestionado “mantener un aparato administrativo los tres años si hay una elección cada tres años”, por lo que mencionó que se debe revisar algún mecanismo para “contratar a ciudadanos cuando se requiera».